La selección que muestra la galería catalana pudo verse en el Museo Reina Sofía en el año 2009. Ésta muestra los pasos que llevan a Valldosera a superar el lenguaje convencional de la pintura mediante una búsqueda sobre el cuerpo humano.
Son sus últimas piezas pintadas a partir de las cuales la artista villafranquesa desarrollará sus conocidas acciones con los cigarrillos y desechos que sitúan el cuerpo como eje vertebrador de la experiencia y la sensibilidad, hasta que un día canjea el negro de la tinta y la ceniza por el blanco de la luz en sus instalaciones lumínicas, donde el cuerpo de la artista es sustituido por el cuerpo del espectador.
En la muestra se exhiben los dibujos de la serie La panxa de la terra (1990), que precedieron a la acción que realizó también en los noventa bajo el título El ombligo del mundo. En ella, Valldosera reconstruía una imagen de mujer sobre el suelo de su estudio a partir de un cuidadoso barrido de los residuos de colillas y cenizas que ella misma generó tras varios días sin fumar. Algo similar realiza la artista estampando sobre los papeles manchas de tinta que dibujan una seductora forma femenina que se asemeja a un desierto estrellado.
La artista transforma el cuerpo en una especie de mapamundi en el que las líneas desconfiguran el elemento original para construir una cartografía que alcanza la máxima cota de representación.