Su trayectoria, que estuvo marcada por su evolución personal más que por éxitos palpables, se desarrolló durante las décadas de los años 1950, 1960 y 1970, coincidiendo con un Nueva York que era escenario de los primeros movimientos de liberación homosexual y de los estragos causados por el sida en la década de 1980.
La utilización del blanco y negro, junto con un estilo definido por la sencillez, hace que sus fotografías resulten profundamente evocadoras y conmovedoras. A través de su cámara, Hujar profundiza en el que es su principal interés: generar una atmósfera de intimidad que le permita establecer una relación directa con el retratado y adentrarse en su verdadera naturaleza.
En el primer tramo de la exposición se encuentran las fotografías que realizó entre 1950 y 1960. Hujar aspiraba a ser fotógrafo de moda como sus ídolos, Lisettet Model, Irving Penn y Richard Avedon, de quien recibió clases magistrales.
Sontag y Warhol
Entre los años 1958 y 1963 vivió principalmente en Italia y tras estudiar un año de cinematografía en Roma regresó a Nueva York. De esta época destacan las fotografías sobre las catacumbas de Palermo.
Una vez establecido en la Gran Manzana se movió en el círculo de la escritora Susan Sontag, a la que retrató en 1975, y la Factoría de Andy Warhol, y durante cuatro años se dedicó a ser fotógrafo de moda. Publicó sus fotografías en Harper’s Bazaar y GQ antes de llegar a la conclusión de que el ajetreo del trabajo en las revistas no era lo suyo.
La segunda parte de la exposición muestra sus obras más tardías, fotografías que van desde 1970 hasta su muerte. En 1973, Hujar dejó sus aspiraciones profesionales para centrarse en lo que verdaderamente le motivaba. Fotografió, siempre en blanco y negro, el ambiente bohemio y radical del downtown neoyorquino de estos años, donde los protagonistas son escritores, cineastas, actores y las subculturas.
Destacan los retratos que hizo a su amigo el actor drag Ethyl Eichelberger y las que realizó en las zonas más deprimidas de los alrededores de la ciudad. Aquí fotografió las ruinas industriales y los muelles abandonados del Hudson en la parte baja de Manhattan.
Peter Hujar murió en 1987, 11 meses después de ser diagnosticado de sida.