Parece que la relación entre la ciencia y el cine ha sido definida históricamente por los límites éticos del campo científico materializándose en forma de la ciencia ficción más moralista que enseña al humano que “con la ciencia no se juega”. Sin embargo, a pesar de ese aspecto más perverso, desde los comienzos de este arte el cine ha sido un instrumento científico más, sirviéndose de sus características intrínsecas para la investigación y divulgación de la ciencia.

Límites éticos

Programada como una actividad paralela a la exposición Arte y Vida Artificial. VIDA 1999-2012, que en la actualidad se exhibe en la planta 3 del Espacio Fundación Telefónica, este ciclo incluirá grandes clásicos y películas contemporáneas, como La Mosca de Kurt Neuman, L’Hippocampe de Jean Painleve o Wall-E de Andrew Stanton para dibujar la relación “tanto benéfica como maléfica” del cine y la ciencia, haciendo especial hincapié en el retrato que el séptimo arte hace de la genética, la robótica y la vida artificial.

Además, las proyecciones de los miércoles 10 y 17 de octubre estarán precedidas por sendas conferencias a cargo de Jordi Costa, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra, y Román Gubern, catedrático emérito de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona.

 

Conferencias

Del “doctor loco” a la tecnología al servicio del conocimiento

– 10 de octubre. 18.30. Jordi Costa. “Del mad doctor a la fringe science: ciencia y ética en el imaginario fantacientífico”. El cine de ciencia-ficción ha explotado desde sus orígenes el arquetipo del científico situado más allá de toda frontera moral, pero la evolución del género tanto en el medio cinematográfico como en el televisivo han acabado aplicando interesantes matices sobre ese cliché. En las películas de David Cronenberg, la literatura de J.G. Ballard y el corpus televisivo de J.J. Abrams la tradición es sometida a un electro-shock conceptual que difumina las tradicionales fronteras sobre los límites del conocimiento.

– 17 de octubre. 18.30. Román Gubern. “El cine: una tecnología al servicio del conocimiento”. La tecnología cinematográfica nació, por obra de científicos e industriales del siglo XIX, como un instrumento óptico para conocer mejor los movimientos de la naturaleza. Pero, a pesar del escepticismo inicial de los hermanos Lumière, la presión económica y la demanda popular orientaron su destino hacia el mundo del espectáculo y del entretenimiento. No obstante, además de ser un espectáculo de masas, un sector minoritario de su producción sobrevivió en manos de científicos e investigadores. En 1908 ya se experimentó con la microcinematografía y el doctor Jean Painlevé realizó desde 1925 más de doscientos documentales sobre la naturaleza, algunos de los cuales fascinaron a los surrealistas e influyeron en sus obras. Las necesidades políticas estuvieron en el origen de los documentales cósmicos de la NASA y otras tecnologías –como la holografía y la imagen digital– han permitido una gran expansión de este género.

 

Madrid. Ciclo de cine: Ciencia y Vida Artificial. Auditorio del Espacio Fundación Telefónica.

Comisaria: Garbiñe Ortega, comisaria de ciclos de cine para instituciones como la San Francisco Cinematheque, Pacific Film Archive (Berkeley, California), Anthology Film Archives (Nueva York) o La Casa Encendida (Madrid).

Conferencias: miércoles, 10 y 17 de octubre. 18.30 h.

Proyecciones: miércoles 10 y 17 (después de la conferencia), y jueves 11 y 18 de octubre. 18.30 h.

Entrada libre. Lenguaje de signos.