La Calcografía Nacional (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid) presenta una exposición con algunas de las series gráficas más importantes de Luis Gordillo, galardonado el pasado mes de febrero con el Premio Nacional de Arte Gráfico 2012, como Celulario, Grupo 15, la Suite Manesi, Manet S.A. o Archipiélago.
La exposición está formada por obras seleccionadas por el propio artista, de su colección y de la colección de la galería La Caja Negra, en las que se hace un recorrido por su obra gráfica desde los años 70 hasta hoy. Es una muestra del profundo interés que Gordillo ha tenido desde siempre por el trabajo sobre papel, explotando al máximo los recursos técnicos, y mostrando la estrecha relación existente entre los procesos gráficos y los creativos.
En estas obras prima la idea de proceso abierto, que va desarrollando variaciones progresivas, creando un conjunto formado por elementos distintos, rompiendo la unidad de la obra y transformándola en una multiplicidad.
Mundo plástico propio
El resto de la obra gráfica que puede contemplarse en la sala de la Calcografía muestra el trabajo de un artista interesado por la experimentación y la vinculación entre el mundo de la experiencia, la expresión estética y el pensamiento. Todas las técnicas han sido puestas al servicio de un mundo plástico propio, en el que cada fragmento forma parte de un conjunto.
Gordillo siempre ha insistido en la importancia de los técnicos con los que ha trabajado y su relación, a veces muy larga, con ellos. Así fue con Oscar Manesi, grabador, Antonio Gayo, litógrafo, Erik Kirksaether, serígrafo y para terminar con Juan Carlos Melero, con quien empezó trabajando en esta Calcografía Nacional y con quien sigue colaborando ya desde fuera de la Calcografía.
Referente artístico
Nacido en Sevilla en 1934, Luis Gordillo realizó la carrera de derecho sin, en sus propias palabras, “sentir vocación jurídica”. La auténtica vocación que en él anidaba fraguó, tras realizar estudios de Bellas Artes en su ciudad natal, a raíz de su marcha a París, en donde contactó con el arte de vanguardia.
Con los años, Gordillo -Premio Nacional de Artes Plásticas (1981)- se ha convertido en una de las figuras más singulares de la escena creativa española de la segunda mitad del siglo XX, marcando un estilo propio que, de un modo u otro, ha influido en el trabajo de muchos de los artistas pertenecientes a generaciones posteriores.
Su trayectoria, siempre marcada por la experimentación continua así como por el cambio de registros en su producción, ha sido enmarcada dentro de la abstracción, una definición que encorseta un trabajo que va más allá, en un afán de descubrimiento de nuevos horizontes plásticos. En esa búsqueda se acercó al informalismo, siguiendo, entre otros, los pasos de Tàpies y Dubuffet.
Considerado como uno de los artistas españoles que mejor ha interpretado el arte pop en los sesenta, ha explorado la importancia de la serie y la repetición como herramienta compositiva.