Alberto García-Alix expone en Conde Duque de Madrid Patria querida, que recoge lo más significativo de su trabajo desarrollado en 2012 en Asturias gracias al mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson.
La exposición, que vio la luz a finales del pasado año en Gijón, y recorrerá varias ciudades europeas y americanas una vez culminado su periodo madrileño, forma parte del proyecto Miradas de Asturias, en el que fotógrafos nacionales tienen al Principado como referencia de su obra, lo que conformará una visión original, amplia y polifacética de esa tierra y sus gentes.
García-Alix se convierte en el primer fotógrafo invitado por la Fundación. Su mirada se funde con el entorno a través de paisajes industriales, arquitecturas desafiantes, naturalezas abstractas y retratos singulares. Esta muestra es una selección de las mejores imágenes realizadas en su periplo. En palabras del comisario, Nicolás Combarro, «una mirada poética e intensa, entre la realidad y la alegoría, que nos adentra en una narración guiada por los ojos de Alberto García-Alix. Su capacidad para humanizar lo que fotografía posibilita una mirada única, rica y diversa. La naturaleza se manifiesta salvaje y poliforme a través de masas de grises, misteriosa y profunda. Los personajes portan en sus miradas todo el peso de un pueblo. Las arquitecturas, desafiantes, trazan diagonales que cruzan el espacio, líneas de tensión, de emoción».
Viaje interior
La muestra incluye 50 fotografías originales blanco y negro en papel baritado, 10 copias murales (gran formato) y 40 copias de medio formato. A este conjunto fotográfico se le suma Patria querida, una pieza original en vídeo realizada por García-Alix. 80 fotografías que amplían la mirada del artista, con el eco de una banda sonora original realizada ex profeso por David García Díaz.
Como recuerda Combarro, «el viaje de García-Alix es siempre interior, como él dice, un «monólogo» a través del cual se interroga y nos interroga sobre el alcance de la mirada. Habilitando nuevas posibilidades más allá de la realidad, en un terreno donde la imaginación tiene la capacidad para cambiar las cosas, transformarlas, a través de sus ojos. Si nos asomamos a través de su retina, encontraremos los ecos de lo que vio: deslumbramientos, resonancias, un mundo propio y universal. Suyo y de todos, una patria querida».