Bebo pertenecía a una brillante saga musical, de la que también forman parte su hijo, Chucho, también pianista, y, muy pronto, su nieto, Julián. Según declaraba Chucho, «su obra ha trascendido y ha influido en todas las generaciones posteriores». Y añadía: «cuando tenía cuatro años, Bebo me puso a tocar delante de Cachao. El primer recuerdo que tengo es el de Bebo al piano en nuestra casa, que era un centro musical: mi madre cantando y todo el mundo visitando a mi padre».
Al gélido Estocolmo
Nacido en Quivicán, La Habana, el 9 de octubre de 1918, Bebo Valdés es, sin duda, uno de los más importantes músicos cubanos de la historia reciente. Pianista, líder de orquesta, compositor y arreglista, comenzó su carrera tocando en salas de fiestas durante los años cuarenta, siendo el pianista y arreglista de Ernesto Lecuona y Rita Montaner, entre otros. Valdés jugó un importante papel en el desarrollo del mambo, así como en el movimiento del filin durante los años cincuenta, antes de originar su propio ritmo, el batanga.
De los inicios de la década de 1950 datan sus ‘descargas’, sesiones de improvisación de jazz afrocubano que se encargaría de grabar por primera vez en la historia, en 1952, el conocido productor estadounidense Norman Granz, creador de Jazz at the Philarmonic y fundador del mítico sello Verve.
Después de la revolución, abandonó Cuba en 1960, instalándose en Suecia, donde pasó tres décadas tocando el piano en el hall de un hotel de Estocolmo, hasta que es redescubierto gracias al disco Bebo Rides Again, invitado por Paquito D’Rivera (1994) y el documental de Fernando Trueba Calle 54 (2000), lo que supone el inicio de uno de los más hermosos terceros actos de los últimos años.
Regreso brillante
A sus setenta y seis años comenzó una nueva carrera donde se encontró de nuevo con Cachao -enLágrimas Negras– y con su hijo -en La Comparsa-, incluidos ambos temas en la mencionada Calle 54.A partir de aquí llegaron más proyectos, como El arte del sabor (2000) con Cachao y Patato, producido por Nat Chediak, –Lágrimas Negras (2003) con Diego el Cigala, Juntos para siempre (2008), su primer disco en dúo con Chucho, y la banda sonora de Chico & Rita (2010)-, proyectos todos ellos apadrinados por Fernando Trueba.
Bebo cuenta con numerosos galardones, hasta la fecha cinco Premios de la Música, seis Premios Goya o siete Premios Grammy, entre otros muchos. También fue investido doctor Honoris Causa por el Berklee College of Music de Boston (Estados Unidos) en 2011.