La programación incluye un total de cinco funciones, que se desarrollará en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid y el Teatro de la Zarzuela, y cuenta con el apoyo tanto de la Comunidad y del Ministerio de Educación, Cultura y deporte.
El director de Operadhoy, Xavier Güell, ha sido el encargado de presentar el ciclo junto con la compositora y soprano Pilar Jurado y Amado Giménez, el director de Artes Escénicas, Música y Audiovisual de la Comunidad de Madrid. Güell ha querido resaltar de forma especial la labor de los compositores. Para él, «ser ahora compositor es más difícil que nunca porque se puede componer de la forma más sofisticada, pero estás sólo, no estás amparado por ninguna institución». Ha insistido en que «hoy componer es más difícil que nunca» y en que «se tiende a caer en la tentación de ir hacia lo comercial y hacia lo que más demanda el público».
Programación
La inauguración de la nueva edición de Operadhoy será en día 5 de junio, con un montaje del director de escena Raúl Arbeloa y del joven compositor Josué Moreno quienes, a partir del Stabat Mater de Vivaldi y con obras de Händel, Schumann, Berlioz, Loewe y Falla, construyen una obra de teatro musical sobre el sacrificio, el dolor, la empatía y la transformación de la sexualidad, la castración y la ablación. La producción se podrá ver el 5 y 6 de junio en los Teatros del Canal.
El día 8 de junio, también en los Teatros del Canal, el público podrá disfrutar del estreno absoluto de Atlas. Islas de utopía, la nueva ópera de José María Sánchez-Verdú en coproducción con la Herrenhausen de Hannover, La Bienal de Salzburgo y Musik der Jarhunderte de Stuttgart. El compositor engloba la obra dentro de la ópera-instalación. Se trata de un trabajo basado en la polifonía de los espacios en la que el público es un elemento dinámico más. El escenario está totalmente desnudo. Tampoco hay sillas para el público, que debe deambular de pie y así encontrar diferentes instalaciones sonoras, convirtiéndose en cocreador de la misma
Pilar Jurado estrena el 27 de junio en el Teatro de la Zarzuela Mi diva sin mí, un monólogo en formato de ópera de cámara con un libreto de Eloy Arenas lleno de sarcasmo, ternura y crítica sobre el papel de la mujer en la sociedad actual. De este modo Operadhoy acoge el estreno mundial del segundo trabajo lírico de Jurado, que cuenta con la propia compositora como soprano en el papel principal. El Teatro de la Zarzuela volverá a acoger este espectáculo el 29 de junio.
Undécima edición
Operadhoy lleva diez años produciendo, estrenando y presentando dentro y fuera de España creaciones escénico-musicales españolas e internacionales. Sus producciones son presentadas en colaboración con festivales y organizaciones como el IRCAM-París, Salzburg Biennale, Konzerthaus de Berlín, Biennale di Venezia, Musik der Jahrhunderte de Stuttgart, Kunst Festpiele Herrenhausen Hannover, Münchener Biennale, Festival de Salzburgo, Wien Modern o el Holland Festival.
En estos diez años ha encargado y estrenado obras de compositores españoles como José María Sánchez Verdú, César Camarero, Elena Mendoza, José Manuel López López, David del Puerto, Luis de Pablo, Tomás Marco, Héctor Parra o Jesús Rueda; y obras de compositores internacionales como Enno Poppe, Sylvano Bussotti, Mauricio Kagel, Helmut Lachenmann, Luigi Nono, Salvatore Sciarrino, Julio Estrada, Beat Furrer o Wolfgang Mitterer.
Ha sido además plataforma para acercar al mundo de la ópera a directores de escena como Andrés Lima, Rodrigo García o Ignacio García, al mismo tiempo que conseguía que grandes figuras como Peter Mussbach, Anna Viebrock, Georges Lavaudant, Rebecca Horn o Achim Freyer, entre muchos otros, pusieran en escena las partituras más radicales de la ópera de nuestro tiempo.
Mi diva sin mí
La protagonista de esta ópera puramente contemporánea es una soprano en pleno ensayo y todo transcurre en una sala. La producción, según Güell, «muestra las dos caras de Jano: una mujer sensible, amorosa, comprensiva, con inquietudes y dificultades, que se enfrenta a su doble, una mujer que se mueve dentro del mundo de la apariencia».
Así, todo lo que le sucede a la protagonista viene de constantes interrupciones procedentes de llamadas telefónicas, de redes sociales, e incluso su novio la deja a través del ‘wassup’. «Bajo esa mujer poderosa y fuerte está otra que sufre por todo lo que pretendió ser y no es o por todos los hombres que amó y ya no están», afirma la compositora. «¿Quién construyó a esta diva sin mí? Bien podría ser la reflexión final», añade.
Esa soprano establece una especie de monólogo y está siempre en escena, por lo que bebe directamente de La voz humana, de Poulanc, inspirada en la obra de Jean Cocteau y La espera, de Schönberg.
«Mi diva sin mí empieza siendo muy graciosa, pero se va complicando poco a poco hasta llegar a ser muy dura», afirma la compositora. En esta ópera Jurado hace un repaso también a grandes arias, que consiguen dinamizar el discurso. «Es una ópera muy vital. Está llena de energía y todo el rato está sorprendiendo. Además, hará soltar más de una carcajada, aunque no es parodia», añadía jurado.
Los músicos estarán también en el escenario y participarán en la escena. «Todo está indicado en la partitura. Hay momentos en que hay una gran fusión entre la música y el texto porque la primera forma parte realmente de la historia. Me ha permitido ser libre a la hora de componer. Además, es una historia muy bien tramada. Eloy Arenas es un gran dramaturgo que ha hecho obras con un gran sentido crítico, pero con las que a la vez la gente ha podido divertirse mucho», relata Jurado.