Almarcegui lleva a la cita italiana dos propuestas relacionadas que inciden en su línea de trabajos anteriores. Una de ellas aborda el espacio físico del Pabellón de España en los Giardini, mientras que la otra investiga un terreno vacío junto a la isla de Murano.
La obra de Lara Almarcegui parte de la toma de conciencia de la ciudad, de sus descampados y de sus edificios como punto de partida para reflexionar sobre la evolución de la propia urbe y los elementos que la componen. «Los objetos apenas me interesan, lo que me obsesiona son los lugares y mi relación activa con ellos…», explica la misma artista.
Gran instalación escultórica
En el Pabellón, una gran instalación escultórica reacciona a la arquitectura del edificio construido por Javier de Luque en 1922, extendiéndose por todo su interior. Esta intervención está formada por montañas de diferentes materiales de construcción, los mismos y de igual cantidad que los empleados para erigir el propio edificio en el siglo pasado.
A su vez, junto a Murano, Almarcegui ha desarrollado «Guía de la Sacca San Mattia, la isla abandonada de Murano, Venecia», una investigación en torno a una isla que se ha formado con escombros de cristal de la industria de Murano. El proyecto consiste en el estudio de un descampado en dicha isla, en cómo se formó, su presente geológico y medioambiental, los proyectos que se han planeado para él y por qué estos no se han llevado a cabo.