La Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales, que agrupa a algunos de los principales escenarios del país, ha editado un estudio que analiza por primera vez las características de la programación en los espacios escénicos públicos y el peso específico de cada una de las disciplinas en la oferta general.

Analizar la evolución

Una investigación coordinada por Javier Gómez, del Departamento de Sociología de la Universidad de Valladolid, que tendrá continuidad durante los próximos años y que permitirá analizar la evolución de la oferta y los cambios más significativos en el volumen de contratación.

El estudio analiza la programación escénica y musical profesional, verdadera protagonista de la oferta diseñada por los espacios públicos. No obstante, también aborda las características generales de otras actividades incluidas en las programaciones.

El estudio constata que de las 14.246 propuestas programadas en 2012 por 118 teatros, auditorios y casas de cultura asociados a la Red, solo el 49,01% podría catalogarse como espectáculos profesionales de teatro, danza, música, lírica, circo o magia. Unos datos que reflejan el creciente peso que tienen en las programaciones de los teatros públicos los actos sociales, las propuestas educativas y pedagógicas (como las campañas escolares de teatro y música), los festejos locales y otro amplio conjunto de manifestaciones artísticas como la literatura o las proyecciones cinematográficas.

Especialización

No obstante, como destacan los investigadores, «tampoco se puede obviar la marcada tendencia a la especialización de determinados espacios, como los auditorios, que, en su caso, consagran más del 90% de su agenda a la exhibición de propuestas musicales».

El informe también desvela que el 99% de los 118 espacios escénicos analizados incluyó actuaciones teatrales en su programación durante 2012. Por su parte, la música estuvo presente en el 97,4% de los escenarios, mientras que la danza también se hizo un hueco en el 92,3% de las programaciones. Finalmente, la lírica logró valores intermedios que superaron el 70%. En cuanto a las propuestas de magia y circo, su presencia alcanzó valores del 42,3% y 36,4%, respectivamente.

¿Qué define la cartelera?

Los seis géneros analizados en el informe exhiben pautas de programación distintas. Así, por ejemplo, el teatro actual (que incluye aquellos textos escritos con posterioridad al siglo XX), el teatro para niños y las propuestas teatrales clásicas-contemporáneas son las disciplinas teatrales con mayor presencia en la cartelera, con porcentajes del 38,4%, el 28% y el 8,3%, respectivamente.

En el caso de la danza, las creaciones coreográficas modernas y contemporáneas, el flamenco y los espectáculos de clásica y ballet dominaron claramente la oferta, con valores que alcanzaron, respectivamente, el 31,46%, el 20,63% y el 15,01% respecto a la programación global de danza.

Otro de los géneros claves de la oferta diseñada por los espacios escénicos, la música, exhibe tendencias más marcadas, con una acentuado predominio de la clásica y la música culta (un 48,35%) respecto a subgéneros como el pop-rock (que abarca el 13,61% de la oferta musical), y disciplinas como el jazz y el soul, la world music o el flamenco y la rumba.

Únicas funciones

El informe también avala que un gran número de espectáculos son representados una única vez en cada espacio cultural que visitan; una tendencia, efectivamente, marcada de un modo más significativo cuando se trata de actuaciones musicales, donde el porcentaje de propuestas que pisan cada escenario una sola vez se eleva al 92%.

Ahora bien, solo un 61,8% de espacios escénicos examinados cerraron tres o más funciones de un mismo espectáculo, un aspecto que, según apuntan los investigadores, tiene mayor peso «en recintos de grandes núcleos poblacionales, capitales de provincia o cabeceras de comarca de gran tamaño» en las que, «la rotación de espectadores es bastante elevada y permite, por tanto, presentar un mismo espectáculo en cartelera con varias funciones».