En estas ilustraciones, recogidas recientemente en un libro, la técnica utilizada por Berrio es la pintura acrílica sobre papel con algunos trazos de grafito, y en ellas se cuentan historias sencillas y cotidianas, que desde siempre le han interesado al artista. Se trata de pequeños sucesos de la vida diaria, donde los personajes se cruzan o se relacionan de forma accidental.
Con el proyecto Cuaderno de frases encontradas, Berrio ha sabido encontrar en la realidad retratada una dimensión poética, una profundidad que tal vez cuesta un poco distinguir por debajo de una atmósfera serena y aparentemente tranquila. En sus dibujos captura y detiene en el tiempo palabras y diálogos breves oídos al pasar, frases sueltas escuchadas por azar en el deambular cotidiano, que desprovistas de su contexto adquieren un sentido nuevo, a veces cómico, a veces costumbrista, muchas veces, en su obligada ambigüedad, misterioso.
El autor memoriza, además de las frases, el aspecto de las personas que las pronuncian, para dibujarlas después manteniendo fielmente el punto de vista del encuentro fortuito y prescindiendo de los detalles ambientales y del entorno. Sin embargo, en su afán de cronista, registra con precisión el lugar y la fecha donde se ha topado con estos fragmentos de conversaciones ajenas.
Tipos habituales
Estas ilustraciones han sido recogidas, además de en Madrid, en otras provincias españolas, localizaciones casi siempre urbanas pero también rurales, espacios exteriores en su mayoría pero también interiores. Los personajes de estos dibujos son personas normales y corrientes, tipos habituales de nuestras calles que van al trabajo, pasean al perro, salen de compras y hablan mucho por el móvil. Y los temas que se desprenden de este particular diario gráfico son los universales y eternos del día a día: el amor y el desamor, el trabajo y los estudios, la salud y la familia y, cada vez más de actualidad, la política y la economía. Sin que falten los asuntos intrascendentes y las ocurrencias repentinas.
Para Juan Berrio, interesado desde siempre en las peripecias y las vicisitudes del azar, estos cruces entre extraños que se producen en las calles son un ejemplo más de las intersecciones y tangencias entre los distintos habitantes de una ciudad, o lo que es lo mismo, de la condición laberíntica y accidental de la vida humana. Y estos trozos de vida ajena, robados y dibujados casi subrepticiamente, se convierten inevitablemente en un reflejo de la vida propia, no solo como testimonio de lugares y momentos personales, sino como eco de un especial estado de ánimo y de una forma de entender una realidad que para el autor es mágica.
Experimentos gráficos
Juan Berrio lleva más de veinte años dedicado a la ilustración, el cómic y otros aspectos de la producción gráfica. Como historietista, sus últimos títulos son Calles contadas, Dentro de nada y Miércoles. También es autor de libros infantiles como El castaño, La tirita y El zoo de Antón. Disfruta haciendo experimentos gráficos, como Ejercicios de ilustración sobre textos de Ortografía práctica y Aritmética ilustrada y otros libros ilustrados como Plaza de Cibeles, Plaza de Oriente y Puerta del Sol. Fue finalista del Premio Nacional de Cómic en 2011 con Dentro de nada y en 2012 ganó la V Edición del Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Sins Entido, con Miércoles. Su última obra es Cuaderno de frases encontradas.