Con un gran sentido crítico e integrando fotografía, bordado, escultura, pintura y videoarte, Vezzoli nos hace cómplices de su fascinación por el cine, especialmente por el neorrealismo italiano que cultivaron grandes como Visconti o Fellini. De ahí que se pueda advertir en sus trabajos una gran melancolía por una Italia floreciente, cuna de la cultura y las artes. “El cine ya no está en Italia, mi nación ha perdido el éxito”. Vezzoli se muestra afectado por la situación en la que se encuentra su país. “El principal problema es que no hacemos las cosas juntos. En Italia hay talento de sobra pero se necesitan productores”.
Una de sus mayores fuentes de inspiración ha sido Luchino Visconti, a quien le dedica una sección completa de la exposición. En ella encontramos la serie de fotografías Crying Divas from the Screenplys of an Embroiderer I, II, III (1999). Vezzoli transforma mediante el bordado los rostros de los protagonistas de sus películas Senso (1954) y Muerte en Venecia (1971). La melancolía y la tristeza cobran una impactante fuerza expresiva en las caras de estas celebrities que lloran lágrimas metálicas, tras haber alcanzado la fama y éxito. La gran fotografía Death in Venice, CA (2008) es el epicentro de la sección. En ésta, dos lágrimas metálicas bordadas sobre el rostro de un joven Visconti encuadran los retratos de Tadzio y Gustav von Aschenbach, protagonistas de su película.
Más allá del homenaje
Pero sus trabajos no se limitan a rendir homenaje al cine italiano. Vezzolli va un paso más allá y, a través de ellos, explora y analiza el gran poder de la cultura industrial contemporánea y su impacto en las artes. De modo que, como hiciera Andy Warhol, y entablando un complejo metalenguaje, usa elementos de la cultura industrial y postindustrial, ya sean celebrities, música pop, cine de autor o anuncios publicitarios, para elaborar su obra. Así encontramos en otra de la secciones de Cinema Vezzoli los retratos de exitosos actores y actrices, como Katherine Hepburn o Spencer Tracy, enmarcados en “estrellas de la fama”, icono hollywoodiense por excelencia. El artista muestra cómo siempre “hay en sus expresiones algo de los personajes a los que interpretan”.
Vezzoli confiesa ser un enamorado de las celebrities y de la moda, conceptos que considera «íntimamente ligados al arte». Numerosas actrices y divas del pop como Lady Gaga, Natalie Portman, Sharon Stone, Courtney Love o Eva Mendes han sido imagen de sus trabajos fotográficos, cinematográficos y musicales.
Siete cortos muy críticos
En una de las salas se proyectan siete cortos del artista que reflejan su inquietud por los personajes femeninos, Hollywood y la fama. A Love Trilogy: Self Portrait with Marisa Berenson as Edith Piaf (1999), Amalia Traïda (2004), Trailer for a Remake of Gore Vidal’s Caligula (2005) o el anuncio de 60 minutos de Greed A New Fragance by Francesco Vezzoli (2009) suponen una fuerte crítica a las estrategias de la publicidad masiva actual.
A lo largo de la exposición, el visitante se verá rodeado de reminiscencias cinematográficas, como butacas de cine antiguas desde las que puede disfrutar de las reliquias del séptimo arte que nos ofrece el artista. Podrá sentarse frente a sus inmensos carteles de películas ficticias, en los que también introduce elementos fílmicos reales, como muestra All about Anni-Anni Vs Marlene (The Saga Begins) (2006), donde aparece la imagen del diseñador y artista del bordado Anni Albers enfrentada a la de la actriz Marlene Dietrich, como ejemplo de dos fuertes personalidades. La pieza La fine di Edipo Re (2004), un inmenso tapiz en el que aparece la palabra Fine bordada en el centro, insinúa al espectador cómo todo, incluso las vidas de fama, éxito y ambición, termina.
A Francesco Vezzoli le interesan, y así lo manifiesta a lo largo de toda su obra, el cine clásico europeo, el bordado y Hollywood, una combinación perfecta para analizar la época actual, su mitología y sus símbolos. Gracias a su obra, estos nuevos dioses, al parecer inquebrantables, se vuelven un poco más humanos.