La muestra fotográfica tiene carácter histórico y documental que retrata el escenario “a la hora y en el lugar” donde un acontecimiento trágico ha dejado una herida permanente. Nave se desplaza hasta aquellos enclaves en donde ETA ha cometido un atentado y se somete a la naturaleza de los hechos perpetrados. El mismo día, a la hora exacta, ingresa en la escena precisa y realiza una toma fotográfica.
Nave ha realizado este proyecto a lo largo de cinco años, entre 2008 y 2013. Este está compuesto por fotografías, titulares de prensa, transcripciones de radio, coordenadas espaciales, así como grabaciones de vídeo y audio de cada escenario.
Trabajo de campo
Comisariada por Mireia A. Puigventós, por primera vez se puede ver una muestra en la que tanto la obra, como el diseño expositivo y su enfoque conceptual, están en perfecto diálogo y sintonía. Una exposición que pone el énfasis en el trabajo de campo y de documentación, de búsqueda y de reconocimiento de una memoria individual y colectiva. De ahí su carácter de archivo, de registro, de recuerdo y de documento histórico.
Cada localización adopta la condición de piel historiada como una superficie sensible que retiene huellas e incisiones. En cierto sentido es una película impresionable donde queda grabada parte de la memoria colectiva. Eduardo Nave invita a reflexionar sobre el mutismo y la mutilación que sufre el individuo y su entorno a partir de referencias históricas. Sin duda el conjunto de su obra inmortaliza el síntoma en la imagen y convoca la urgencia de la escucha.