Rosa Maria Sardá es una actriz vocacional y autodidacta que con 24 años decidió no volver a bajarse de un escenario tras debutar en la obra Cena de matrimonios, de Alfonso Paso. Siempre con un pie firme en las tablas y con el otro explorando territorios nuevos, Sardà ha hilvanado una polifacética carrera como actriz de teatro, televisión y cine y directora.
El director Ventura Pons le dio su primer papel protagonista con Knack en 1969 y, desde ese momento, se consagró como una actriz de prestigio en los teatros de Barcelona y Madrid. En su ciudad natal protagonizó Sopa de pollastre amboli y Rosa i Maria, y en Madrid interpretó importantes papeles en las obras Esperando a Godot, de Samuel Becket, y Madre Coraje y sus hijos, de Bertold Brecht. A lo largo de su carrera ha trabajado con autores y directores como Terenci Moix, Josep Maria Benet i Jornet, Lluís Pasqual, Adolfo Marsillach, Josep Maria de Sagarra y Mario Gas, entre otros.
Aunque empezó como una actriz cómica en numerosos espectáculos de La Trinca en los años 70, Rosa María Sardá ha sabido cruzar la frontera e interpretar papeles de corte dramático, como en Wit, obra por la que obtuvo el Premio Max a la Mejor Actriz Protagonista, el Fotogramas de Plata y el Premio Ercilla de Teatro; o el personaje de Poncia en La Casa de Bernarda Alba, por el que fue candidata al Max a la Mejor Actriz Principal y ganó el Premio de la Unión de Actores.
Del humor al drama
En la década de los 80 saltó al celuloide bajo la batuta de Fernando Trueba, Fernando Colomo, Ventura Pons o Pedro Almodóvar. Su larga carrera cinematográfica ha sido reconocida con numerosos premios entre los que destacan dos Goya como Mejor Actriz de Reparto por Sin vergüenza, de Joaquín Oristrell, y ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, de Manuel Gómez Pereira, y la Medalla de Oro de la Academia de Cine.
En televisión también ha tenido un enorme éxito como presentadora desde sus comienzos en Festa amb Rosa Maria Sardà y Las noches de la tía Rosa, hasta Vídeos de primera y Ahí te quiero ver (Premio a la Mejor Presentadora del Año). Su buen hacer como maestra de ceremonias se ha podido constatar, igualmente, en las galas de los Premios Goya de 1994, 1998 y 2002.
Pero la actriz, humorista, presentadora y directora ha profesado un profundo amor por la escena, en la que se ha volcado recientemente. Prueba de ello son sus trabajos en Lovefor Shakespeare, de Lluís Pasqual; El caballero de Olmedo, de Lope de Vega; Dubte, de John Patrick Shanley, o Sagarradit per Rosa Maria Sardà, de Carme Canè.
En años anteriores, este galardón ha recaído en María de Ávila (2014), Ana Diosdado (2013), Julia Gutiérrez Caba (2012), José Monleón (2011), Josep Maria Benet i Jornet (2010), Miguel Narros (2009), Víctor Ullate (2008), Fernando Arrabal (2007), Pilar López (2006), José Rodríguez Méndez (2005), Francisco Nieva (2004), Alfonso Sastre (2003), José Tamayo (2002), Antonio Gala (2001), Adolfo Marsillach (2000), Antonio Buero Vallejo (1999) y en el Teatro de la Zarzuela (1998).