Más en concreto, la muestra se articula en torno a dos vías de entender la obra de Souto de Moura: sus proyectos construidos –como Restauración del Convento de las Bernardas, Casas das historias Paula Rego o Torre de Burgo– y algunos de sus concursos más relevantes, como Alta Velocidad Évora o las Piscinas S.J. Madeira.
Eduardo Souto de Moura se licenció en Arquitectura en la Escola Superior de Belas Artes de Oporto en 1980, donde fue profesor de 1981 a 1991. Además ha sido profesor invitado en universidades como la de París-Belville, Harvard, Dublín, Navarra, Zúrich o Lausana. Fue el segundo portugués en recibir la distinción mundial más importante en el campo de la arquitectura, tras Alvaro Siza en 1992, para cuyo estudio trabajó entre los años 1975 y 1979. Un año después abrió su propio despacho. Entre sus mayores obras construidas se encuentran el Estadio Municipal de Braga, además de centros comerciales, hoteles, galerías, museos, suburbanos, escuelas y cines.
Durante las tres últimas décadas ha producido un trabajo que es contemporáneo a la vez que rezuma ecos de la arquitectura tradicional. Sus edificios tienen una habilidad única para transmitir características aparentemente contradictorias, como el poder y la modestia. Su obra incluye tanto equipamientos públicos como privados y son notorios sus trabajos realizados en el diseño de viviendas.
Si algo caracteriza a la obra de Souto de Moura es la ausencia misma de un lenguaje propio. Su obra tiene un carácter anónimo, síntoma de su preocupación por dar respuesta a las distintas demandas sociales de la mano de un lenguaje claro, sencillo y funcional, mostrando una gran preocupación por el contexto.
(…) la arquitectura no puede ser una media tinta. No puedes hacer una cosa que no le gusta a tu cliente o que no te gusta a ti. No puedes hacer algo en lo que no crees o algo que tu cliente no entiende. Todo eso sale mal. Por eso es fundamental hablar. Y hablar es conocerse.
Eduardo Souto de Moura