La inclusión de esta manifestación en la lista de la UNESCO ha tenido lugar durante la 10 Sesión del Comité Intergubernamental de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra hasta el 4 de diciembre en Windhoek (Namibia).
Las fiestas del fuego del solsticio de verano se celebran todos los años cuando el sol está en su cenit. Por la noche, los habitantes de los pueblos del Pirineo andorrano, español y francés portan sus antorchas desde las cimas de las montañas para encender piras de construcción tradicional. Para los jóvenes, el descenso de la montaña es un ritual muy especial que significa la transición de la adolescencia a la edad adulta. Durante la celebración de la fiesta se llevan a cabo danzas folclóricas y comidas comunales.
Solidaridad y la hospitalidad
Esta fiesta promueve la cultura de la solidaridad y la hospitalidad y refuerza el sentido de pertenencia, de identidad y de continuidad de las comunidades pirenaicas, siendo la familia el centro de transmisión a las generaciones más jóvenes, con el apoyo de una red de portadores de la antorcha y otras asociaciones vinculadas a la fiesta.
Esta candidatura internacional, presentada por Andorra, Francia y España, ha sido calificada de ejemplar por la UNESCO tanto por el contenido de la manifestación como por la forma de elaborar la candidatura. La organización ha resaltado que en esta candidatura se ha garantizado y demostrado una participación muy amplia de todas las comunidades, grupos e individuos portadores de la manifestación durante todo el proceso de elaboración del expediente, consiguiendo ser un ejemplo de candidatura realizada a partir de los portadores de la manifestación.
Con esta nueva inclusión, España sigue siendo el cuarto país del mundo con más manifestaciones incluidas en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, así como en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Más declaraciones
Junto con esta manifestación se han declarado otras que ejemplifican la variedad y diversidad del patrimonio cultural inmaterial como ‘El Filete Porteño de Buenos Aires’, una técnica pictórica tradicional; el ‘Oshituthi Shomagongo’, fiesta de los frutos del Marula en Namibia, o ‘El arte épico del Gorogly’ en Turquía, o el ‘Majlis’, espacio cultural y social representado en varios países del Golfo Pérsico. Asimismo se ha declarado la Equitación Clásica y la Escuela Superior de Doma Española de Viena manifestación cultural inmaterial muy relacionada con la homóloga tradición cultural española.