El origen del kabuki se remonta a la época Edo, hace más de 400 años. Está fuertemente arraigado entre las artes tradicionales japonesas, de hecho fue declarado en 2005 por la UNESCO Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. En esta obra, que se traslada al siglo IX para contar una historia de amor y rivalidad en la ciudad de Osaka, destaca la gran expresividad y estilización de los personajes, que se caracterizan por ser interpretados por actores varones, incluso en los papeles femeninos.
Estos últimos son los llamados onnagata, aunque también existen otros dos grandes tipos de papeles: elaragoto (estilo violento) y el wagoto (estilo suave). Los actores de kabuki son los encargados también de elaborar sus propios maquillajes para caracterizarse, el kesho. El argumento, que normalmente trata sobre acontecimientos históricos y conflictos morales en las relaciones amorosas, se desarrolla con el apoyo de danza y música y se sustenta en gestos mayúsculos que muestran los sentimientos de los personajes, convirtiendo los diálogos casi en secundarios.
Sobre el escenario, los actores hablan con voz monótona y están acompañados por instrumentos tradicionales y por dispositivos, como escenarios giratorios y trampillas a través de las cuales pueden aparecer y desaparecer. Otra característica en escena es una pasarela (hanamichi) que se prolonga hasta donde se encuentra el público. El kabuki goza de mucha popularidad en el Japón y rara vez se representa en el exterior.
- Sábado a las 20.00 h. / Domingo a las 19.00 h.
- La obra será precedida de una presentación del kabuki a cargo de Yajuro Bando.