Hablar de Genovés es hablar de la historia reciente de España. Su firme convicción sobre el arte transformador y comprometido con el entorno le llevó a formar parte de colectivos muy significativos en el panorama de posguerra: Los Siete (1949), Parpallós (1956) y Hondo (1960). En este último grupo, que supuso nuevos planteamientos figurativos frente al Informalismo, Genovés desarrolló una pintura expresionista y provocadora.
Ha sido siempre un pintor en el que confluían sus indagaciones formales con una fuerte preocupación social y un gran interés por la renovación de los planteamientos figurativos. Su obra se encuentra en algunos de los más importantes museos del mundo como el Reina Sofía, el MoMA de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro o la Power Gallery of Contemporary Art de Sídney.
Además ha sido distinguido con premios y menciones en eventos internacionales como las bienales de Venecia y San Marino, además de merecer el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, honores que lo confirman como uno de los pintores españoles de mayor prestigio.