Otello. Foto: Javier del Real.

La temporada comienza este jueves, 15 de septiembre, con una gala que «será una gran fiesta de la cultura», explica su presidente, Gregorio Marañón, quien destaca los excelentes resultados con los que se cerró el ejercicio 2015/16 y que continúan en el comienzo de la nueva, ya que «empezamos temporada con una cifra récord: 20.000 abonados», frente a los 13.000 que había en 2012.

Para celebrar estos datos se quiere continuar en esta línea de trabajo y, no sólo con nuevas producciones de calidad, sino también con una apuesta segura por las retransmisiones, con un desarrollo tecnológico de vanguardia y con la difusión en redes sociales.

Por todo ello se ha elegido Otello para abrir el nuevo curso. Esta ópera de Verdi, que se enmarca en los actos de celebración del cuarto centenario de la muerte de William Shakespeare (1564-1616), «fue considerada como una obra maestra desde su creación», en palabras de Joan Matabosch, director artístico del Real, «y es una de las adaptaciones más extraordinarias que se han hecho de un texto de Shakespeare en toda la historia de la música».

Otello es una obra de madurez compuesta por Verdi cuando ya había anunciado su retiro tras el estreno de Aida en El Cairo en 1871. «La ópera existe gracias a la insistencia de su editor Giulio Ricordi», recuerda Matabosch, que logró convencer al Verdi anciano de iniciar este ambicioso proyecto y «lo que se pensaba que iba a ser una ópera italiana escrita al estilo de Shakespeare resultó ser un drama escrito por Shakespeare al estilo de la ópera italiana».

La fuerza dramática del bardo inglés despertó a Verdi de su letargo y, con el acicate de los excelentes libretos del compositor y poeta Arrigo Boito (1842-1918), compuso sus dos últimas y mejores obras: Otello y Falstaff.

Con la primera emprendió una renovación profunda del lenguaje, en el que se sintetizaba la quintaesencia de la ópera italiana y que marcaría el final de un ciclo de casi dos siglos; mientras que con la segunda llevó la ópera cómica a la cumbre del refinamiento y la sutileza, despidiéndose con nostalgia de la juventud y el amor.

Conflicto interno

Otello.

En esta obra, Verdi utiliza todos sus recursos creativos al servicio de la dramaturgia, creando una partitura sin fisuras, en la que se funden y se disuelven arias, dúos, recitativos y ariosos, en un continuum en el que la tensión no decae nunca, ni siquiera en los momentos de mayor intimidad y lirismo.

En Otello, Shakespeare capturó de manera genial el poder demoledor de la inseguridad. Lo hizo otorgando al gran guerrero rasgos raciales. Sin embargo, el Otello de Verdi y el del director de escena David Alden eliminan el racismo, situando el objeto de conflicto menos en el aspecto físico del ‘moro de Venecia’ y más en los intricados laberintos psicológicos en que se pierde.

En palabras de Palumbo, «el racismo en la ópera de Verdi no existe. Otello es un gran héroe pero con sus debilidades, y estas debilidades le llevan a hacer cosas desconsideradas, rayando la locura. Hay una gran genialidad en la ópera de Verdi y, en concreto, en el libreto de Arrigo Boito, que consiste en mostrar la riqueza de este personaje».

Además, esta obra está de absoluta actualidad según el director musical porque «muestra todos los elementos de la política: los celos, el amor, la búsqueda del poder… y llega a matarse por amor». Acosado por los celos, Otello asiste impotente a la desintegración de sus propios ideales y se ahoga en la obsesión por encontrar pruebas de una traición conyugal consumada únicamente en su mente.

El guerrero sanguinario engulle al hombre de paz y le aboca a la destrucción de su entorno y a la suya propia. Bajo su sombra, Iago, uno de los villanos más venenosos de la historia, espolea con un certero sentido de la oportunidad los fantasmas de su señor. Perdiendo la dignidad, los papeles y el juicio, «Otello se acaba enfrentando a uno de los miedos más inconfesables del ser humano: no sentirse merecedor de lo que tiene», concluye Matabosch.

Público diverso

Otello, que contará con el coro Pequeños Cantores de la Comunidad de Madrid, dirigido por Ana González, y el Coro Titular del Teatro Real, preparado por Andrés Máspero, junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, se retransmitirá en directo en museos, centros culturales, ayuntamientos y auditorios de toda España. También se instalarán pantallas fuera de Madrid, en espacios públicos de Granada, Murcia, Sevilla y Valladolid el próximo 24 de septiembre. Mientras que el día 30 del mismo mes se retransmitirá en auditorios de Chile, Colombia, México y Venezuela.

Esta propuesta, impulsada a través del programa de actividades del Bicentenario del Real, ya tuvo su antecedente con Il puritani el pasado 4 de julio. Pero en esta ocasión se ha querido llevar más allá de la capital. Por esta razón, también se retransmitirá en en abierto y para todo el mundo en Palco Digital y en otras plataformas en línea, nacionales e internacionales: RTVE.es lo ofrecerá en su web; The Opera Platform, plataforma tutelada por OPERA EUROPA; ARTE Concert, del canal ARTE; y Shakespeare Lives, del British Council, se unirán a la retransmisión.