Las artes visuales, y en especial la fotografía, han estado siempre ligadas al apunte de lo efímero, a la transformación del concepto de registro y su representación, a la captura de lo singular, lo fortuito, lo instantáneo en forma de archivo. Las fotografías solo guardan momentos, nosotros guardamos las fotografías para archivar esos momentos; no en vano la fotografía influye directamente en qué recordamos y cómo lo recordamos. Nuestras fotografías, nuestros archivos, son una estructura configurada para la protección contra el tiempo y su inevitable y necesaria corrupción. Su función principal es recuperar y redimir todo lo que sea posible antes de que sea demasiado tarde y anticiparse, inútilmente, a la futura interpretación del mismo. Inevitablemente el objeto, si es archivado, será interpretado. Conjuntamente con este proceso de interpretación se genera una desfragmentación y pérdida progresiva: nuestras imágenes del álbum, y lo que incluyen, no son más que promesas de memoria de una nostalgia pactada (en realidad mucho más intensa que la memoria) y, por lo tanto, de una duración imprecisa pero programada y caduca.
Contenido y significado
ReVisiones: álbumes, promesas y memorias incluye el trabajo de Christian Boltanski, Jim Campbell, Les Sardines (J. Alberto Andrés Lacasta y Nacho Rodríguez), Joachim Schmid, Montserrat Soto y Munemasa Takahashi, así como parte del archivo Foto Ramblas. Todos estas obras exploran cómo las tecnologías, prácticas y discursos del archivo tienen sus materialidades particulares, y cómo todas ellas interactúan connotando el significado de la obra, su representación y, por lo tanto, la interpretación última del espectador y la relación de este con el mundo.
No son, por tanto, representaciones literales de la memoria, aluden y sugieren al pasado, alcanzando tanto a nuestro conjunto de emociones como a nuestra capacidad de conocimiento cognitivo, presentando aproximaciones muy dispares y multidisciplinares al concepto del archivo desde tecnologías y discursos que tienen como eje común la (in)materialidad del propio trabajo (archivo) artístico.
Los artistas presentes son arqueólogos de la memoria, ofrecen esa memoria bajo nuevas lecturas en las que el creador rescata, recupera, restaura, crea y finalmente la representa en forma de archivo. Este archivo, como apunta Okwui Enwezor, se convierte en un acto en donde el recuerdo y la regeneración ocurren, un lugar donde la sutura entre pasado y presente se localiza en la indeterminada zona entre acción e imagen, entre documento y monumento. Estas obras recuerdan, pero sobre todo (re)generan, exploran esa indeterminada zona entre el pasado y el presente que misteriosamente encuentra cobijo en la construcción del futuro. Muestran imágenes estáticas, instalaciones que inducen a la acción, a no quedarse indiferente ante la memoria (re)construida. Documentos convertidos en monumentos.
Dentro de la sala de exposiciones existe un espacio dedicado a la documentación bibliográfica y videográfica sobre el uso y la importancia de las prácticas autobiográficas en el arte y el pensamiento contemporáneos. Este espacio dispone de una extensión online. También se ha diseñado un programa educativo que incluye visitas y talleres para diversos públicos y se ha editado un catálogo que incluye, además de los trabajos expuestos, textos de Pedro Vicente, Hasan López, Arola Valls y Romina Resuche.