En palabras del escritor, “el Premio SGAE de Teatro Infantil es muy importante y ha galardonado en otras ediciones a grandes autores a los que admiro, todo eso me hace muy feliz porque siento muy reconocido mi esfuerzo”. Gámez ha asegurado que “hay pocos concursos dedicados al teatro infantil y por eso la alegría de recibir este premio es doble. Por un lado, da respuesta a mis incertidumbres como escritor y conecta algo que estaba enraizado en mí y escondido en un cajón con el mundo. Por otro, me da hasta vértigo, yo soy un recién llegado a la escritura para niños”.
Gámez ha cultivado su pasión por el teatro infantil desde el patio de butacas, sobre las tablas y tras las bambalinas, sin embargo Nana en el tejado es su primera inmersión como autor en este género. “Llevo desde los cuatro años disfrutando del teatro y mi familia se dedica a ello. Supongo que todo ese poso me empujó a escribir Nana en el tejado. Quería encontrar mi propia voz a ese contexto que había experimentado desde distintos ámbitos”.
Precisamente, estos juegos de perspectivas protagonizan Nana en el tejado, un texto con el que Gámez transforma la realidad más cruda en algo sencillo a través de la mirada inocente de una niña. “Escribo partiendo de una imagen que me agarra, en este caso una catástrofe natural. Estas noticias son muy duras y algo que vi se me quedó clavado. Pensé en cómo contar una historia con ese contexto a un niño, o cómo la imaginación de un niño podría transformar esa situación”, expone Gámez.
De este modo la obra reivindica el poder de la imaginación de los niños, capaces de mantener un pensamiento positivo “en un mundo que parece hundirse”. El texto narra la vida de Nana, una pequeña que tras sufrir una inundación en su pueblo debe dormir en el tejado de su casa. Allí conocerá a otros personajes que le harán compañía mientras que el público descubrirá que la imaginación puede ser la mejor tabla de salvamento.
Gámez, que tiene en mente una comedia ácida sobre la población mallorquina de Magaluf y un texto en torno a la figura de Henda Kander, ha reconocido que este reconocimiento le ha animado a retomar de nuevo el teatro infantil. “Estoy investigando sobre la visión que tienen los niños de la enfermedad. Paso mucho tiempo dándole vueltas a un tema antes de escribir un texto pero después de este premio no tardaré en retomar ese proyecto”, concluye.