En la década de los cincuenta, Warhol comenzó a formar un estilo propio y único que posteriormente le impulsó a la fama. Todas estas piezas únicas, de carácter excepcional, carecen de la huella litográfica o serigráfica que posteriormente protagonizó su producción. Es en ese momento de producción única en el que se centra la exposición, aunque también habrá que dar un salto a la década de los ochenta.
Hay que partir de su llegada a Nueva York, cuando comienza a utilizar la técnica denominada blotted line, especialmente empleada por el artista en los encargos publicitarios. Ésta fue supuestamente descubierta por Andy Warhol mientras secaba un dibujo en tinta, colocando un papel sobre el dibujo para que absorbiese el exceso, una técnica que podría asemejarse a una serigrafía manual o casera. Esta técnica de impresión fue probablemente aprendida de trabajos similares realizados por Paul Klee, cuyo estilo, influido por las enseñanzas de la Bauhaus, fue por otro lado inspirador para Warhol en este periodo.
Casi inéditos
Durante los primeros años de la década de los cincuenta, debido al éxito de su carrera como artista comercial, se conservan muy pocos dibujos de aquella época, aunque nunca dejó de hacer retratos y bocetos en bolígrafo, algunos de los cuales se reúnen en Todo empezó así…. En el resultado de su obra se entiende la influencia que tuvieron en Warhol artistas como Matisse, Cocteau, los retratos y los desnudos que realizó Picasso en los años 20, el realismo americano de Paul Cadmus, Charles Demuth o Ben Shahn. La mayoría de los trabajos conservados de ésta época consisten en retratos a jóvenes, haciendo especial hincapié en los cuerpos, con especial interés en los pies, los penes y las cabezas.
Apenas empleaba el sombreado y la localización espacial, representando las figuras centradas en la imagen. Las convertía en objetos de fetiche, adornadas habitualmente con bocadillos de texto, corazones, besos o dedicatorias, y rara vez incluyendo su firma o la fecha de ejecución al tratarse de bocetos o dibujos. Realizó infinidad de retratos rápidos, no solo a sus amigos, sino a las estrellas de Hollywood, siendo estos trabajos los precursores de los posteriores retratos que Warhol realizó a artistas como Dennis Hopper, Grace Jones, Mick Jagger o Gianni Versace.
En los años sesenta, especialmente en 1962, realizó varios bodegones basados en fotografías, en los que, exclusivamente, delimitaba las sombras y la tridimensionalidad de los objetos, realizados éstos tanto sobre papel como sobre lienzo. Hacia 1962, tras haber desarrollado completamente el concepto del Pop Art, dejó de realizar este tipo de dibujos durante aproximadamente una década.
Las obras presentes en la muestra del centro conquense realizadas en la década de los ochenta terminan por redondear y explicar la evolución que tuvo el artista hasta lograr ser el constructor de mitos más grande de la historia. En ellas se puede ver lo que en las anteriores era solo un velo: esa tendencia a la reiteración y a la búsqueda del mito, repitiendo incansablemente los rostros de las figuras más representativas del siglo XX.