Escrita en el siglo XVII, Tartufo es una de las mayores obras de la literatura dramática universal. Una referencia teatral sobre la falsa devoción y la hipocresía. El protagonista, Tartufo, entra en casa de los Pernelle de mano del señor Orgón como un mendigo que necesita asilo, pero poco a poco empieza a apropiarse de los bienes de la familia. Engaña a quien puede engañar, pasando por encima de los que ven su verdadero rostro. Es un falso devoto que utiliza la bondad y la fe del prójimo en favor de su beneficio personal.
La nueva producción de Venezia Teatro, que cuenta con los actores Alejandro Albarracín, Lola Baldrich, Vicente León, Nüll García, Ignacio Jiménez y Esther Isla, pretende trasladar la historia clásica al día de hoy para que el espectador pueda descifrar a los tartufos que acechan.
«En un tiempo caracterizado por un desequilibrio económico que, en el fondo, es una crisis de valores, es lógico que el teatro recupere aquellos textos del pasado que nos ayudan a entender las razones de la inestabilidad. Tartufo se descubre, así, como un asombroso precursor del espejismo del capitalismo salvaje y su capacidad para seducir incautos. El personaje puede ser visto como un feliz habitante de la impostura, pero también como un especulador», afirma Pedro Víllora.
Por eso se ha modificado el final. «En el siglo XVII, Tartufo acababa con la intervención del rey y del poder judicial castigando sus acciones. Pero hoy día, ¿podríamos mantener esta acción, si poder y leyes son los primeros corruptos? Tartufo se queda con todo. Tartufo gana. Porque la reflexión que tenemos que hacer para parar a esos Tartufos que nos rodean debe nacer de ver en escena la injusticia. El final conformista no es real, es idílico. El teatro no debe ser idílico, debe plasmar la realidad artística, sí, pero real», concluye el dramaturgo.
- De martes a viernes a las 20.30 h. / Sábados a las 20.00 h. / Domingos a las 19.00 h.