La exposición es también un tributo a la capacidad del edificio de Frank Gehry para entablar diálogos únicos entre sus espacios y obras fundamentales de las épocas moderna y contemporánea. Partiendo de obras clave de la Colección del Guggenheim Bilbao, a las que se añade una selección de obras de la red de museos Guggenheim junto con otras piezas de importantes colecciones internacionales, esta exposición se ofrece como una celebración del lugar y de la arquitectura a través del arte.
Siguiendo a Heidegger en El arte y el espacio, la muestra permite contemplar las distintas maneras en que la obra de arte se adueña del espacio y el espacio atraviesa la obra de arte. Partiendo de estas premisas se propone analizar este diálogo entre espacios y volúmenes, explorando las conexiones y conversaciones silenciosas entre las obras de arte y las fuerzas que las estructuran –gravedad, luminosidad, equilibrio–, pero también entre la creación plástica y el pensamiento filosófico. Histórica y geográficamente complejo, este diálogo va más allá del contexto occidental y atraviesa las disciplinas, reapareciendo constantemente en las prácticas contemporáneas.
La exposición va acompañada por la publicación de un catálogo al que han contribuido con textos y documentos los artistas Peter Halley, Marcius Galan, Agnieszka Kurant, Asier Mendizabal, Bruce Nauman, Damián Ortega, Sergio Prego, Alyson Shotz, Lee Ufan y Zarina, así como la filósofa y escritora Sara Nadal-Melsió y el comisario de la exposición, Manuel Cirauqui.