La muestra incluye una selección de pinturas realizadas con posterioridad a la mencionada retrospectiva. El recorrido de aquella finalizaba con la serie Nocturnos, Cristales rotos, basada en unos dibujos de 1995. Las pinturas se componían sobre un fondo informal de varios tonos de rojo sobre el que se trazaba una retícula conteniendo cada rectángulo formas angulares geométricas puntiagudas tratadas con un único color negro plano.
Durante el montaje de la exposición, Delgado concibió un nuevo conjunto, Ventanas rotas, la serie que se muestra ahora en Fernández-Braso. Consiste en una simplificación de los Nocturnos: solo cuatro rectángulos separados por dos líneas centrales, una vertical y la otra horizontal. El desarrollo formal de las obras va creando superficies irregulares y asimétricas, llenas de dinámicos contrapuntos, dos mundos contrarios y sobrepuestos de geometrías enfrentadas.
Gerardo Delgado inició su carrera en la sevillana Galería La Pasarela, donde expuso en 1968, así como en la Galería Edurne de Madrid, donde participó en la mítica exposición Nueva Generación junto a artistas como Alexanco, Teixidor, Yturralde, Elena Asins y Barbadillo, entre otros, unidos en su alejamiento del Informalismo.