Antonio Gramsci definió hegemonía como «el poder adicional del que goza el grupo dominante para hacer coincidir sus intereses con el interés general». Esta hegemonía es efectiva cuando los gobernados confían en los gobernantes, y para ello se construye toda una coreografía y escenificación articuladas, de entre otras formas, a través de los mítines políticos. El mecanismo empleado suele ser el de la representación y utilización de elementos que generen un microcosmos que coercione al individuo y diluya las identidades individuales.
Artificios que construyen la realidad política y reafirman ideólogicamente al que asiste a ellas. En dicha coyuntura, Arbesú y Amengual recogen a través de diversas pero complementarias miradas el espectáculo del escenario de la política tanto en España como fuera de ella. El primero, desde la búsqueda de la formación de las identidades colectivas como consecuencia de la acción institucional; y el segundo, en el estudio más focalizado en la representación ideológica del sistema bipartidista español.
El nuevo documentalismo de estos dos fotógrafos permite evaluar los símbolos más universales desde los escenarios, con toda la parafernalia de sus decorados, hasta los gestos estereotipados de los sujetos que cargan en su mirada todo el peso de nuestra historia. Todo la simbología generada de la cosa pública, aprehendida por ambos artistas tras años de seguimiento, puede verse desde hoy –encuentro con los autores y visita guiada a las 19.00 h– hasta el 1 de junio en Cero.