Las obras de la muestra van desde lo figurativo a lo semiabstracto, creadas mediante tintas y acrílicos, y caracterizadas todas ellas por la singular presencia del soporte papel, tendiendo posteriormente hacia otras texturas como las telas artesanales mallorquinas. Ridruejo atrae al espectador utilizando diferentes técnicas, según cada sección y cada mensaje que desea enviar. Desde lo figurativo a lo abstracto, desde el color a lo monocromo, desde la opulencia de la vida marina a su situación crítica y, por ende, del ecosistema y del turismo que vive de ellos.
En Posidonia nos enfrenta a una gama original de colores, formas, texturas y técnicas muy variadas. Su línea conductora no es tanto la que se deduce de su técnica o temática como la capacidad que tienen sus elementos de producir unas determinadas sensaciones en el espectador. Para ello, Ridruejo ha explorado materiales y técnicas nuevas que le han permitido lograr una continuidad temática y expresiva.
Obras sobre tela o sobre papel denso y rugoso o, por el contrario, fino y delicado, en las que se ha plasmado una gama cromática cálida y profunda (en tintas y acrílicos, combinadas con otras materias) que acoge ciertas formas reconocibles dentro de la abstracción.
Desde el punto de vista técnico destaca el uso de los soportes como elementos expresivos; la superposición de opacidades en los fondos como modo de proporcionar perspectiva visual y transparencias con materiales que ofrecen curiosidad y capacidad cromática; y los trazos dúctiles y armónicos con los que se crean las figuras. También es notable la paleta escogida, capaz de generar una actitud contemplativa relajada y confiada hacia cada obra.
El relato visual de Ridruejo conforma un guión estructurado y de desenlace progresivo. El uso de formas tenues, colores insólitos y texturas innovadoras –capaces de conjugarse para generar impresiones visuales atrayentes– facilitan que el espectador pueda identificar un trayecto ecológico visual, y un viaje por unos paisajes maravillosos y en peligro.