Como Oum Yaaan y en su papel de madre coraje, la actriz Hiam Abbass construye un escalofriante personaje. Escondida en su piso en una ciudad victima de un conflicto absurdo intenta proteger a sus tres hijos del asedio que sufre su hogar día tras día. Los bombardeos se suceden y salir a la calle se convierte en una misión casi suicida debido a la presencia de francotiradores que peinan cada rincón en busca del enemigo.
Además, los saqueadores acechan, por lo que Oum intenta convertir su apartamento en una zona segura. Allí, luchará por mantener la rutina, pues en una situación extrema como ésta su existencia se convierte en una cuestión de vida o muerte. Con coraje se organizan cada día para continuar viviendo a pesar de las penurias y el peligro, y, por solidaridad, acogen a una pareja de vecinos y a su recién nacido. Dudando entre huir o quedarse, afrontan el día a día con esperanza.
Esta es la vida de muchas personas que residen en Siria y la producción de origen belga dirigida por Philippe Van Leeuw (Stable Unstable) intenta, y lo logra, ofrecer un fiel reflejo de la catástrofe través de un relato ficticio. Al explicar las razones que le movieron a afrontar el reto de Alma mater el propio realizador argumenta: «La idea nació de un profundo sentimiento de injusticia. Cuando la comunidad internacional se volcó en Libia con todos los medios necesarios, militares y políticos, en el mismo momento, en Siria, las manifestaciones pacíficas fueron contenidas por el terror, y en este caso, nadie hizo nada. Al igual que para mi primera película, Le Jour où Dieu est parti en voyage, que trataba del genocidio en Ruanda, me basé en esta rabia, en el sentimiento de impotencia ante cosas horribles que suceden ante nosotros y que intento que no queden en el olvido».