Mostrándose a favor de una búsqueda en la que se vean superadas las clásicas dialécticas, prueba nuevas combinatorias en los antagonismos complementarios, término apropiado en el sujeto colectivo y las corrientes de renovación actual. El resultado enfatiza así el aspecto positivo del equilibrio entre los choques de fuerza: entre el lleno y el vacío, el movimiento y la quietud, lo interno y lo externo.
«Hasta la fecha, la obra ha sido un reflejo de mi propio conocimiento personal», afirma el escultor. «En este proceso de crecimiento he pasado de no ser capaz de caminar sin un objetivo a saber dejarme llevar y leer la vida. De ser una persona cerrada e inamovible a abrir mi mente y cambiar cada día. Mi obra ha evolucionado en cada proceso y he abordado sin miedo cada una de las etapas que me ha tocado vivir en esta aventura que me lleva desde lo racional a lo divino. Antagonismos Complementarios es una exposición planteada desde la madurez de mi trabajo. Es un intento de comprender el camino que me ha traído hasta aquí, donde he ido moviéndome conociendo los extremos y he comprendido que debajo de lo que yo quiero hay un equilibrio que todo lo domina, un equilibrio que se autocompensa, un equilibrio de suma cero».