Tal y como explica Panera, el título de esta exposición está inspirado en una frase pronunciada por Frank Zappa en una fecha inconcreta de los años 70, tras recibir una crítica negativa por uno de sus discos. Contrariado por aquellos juicios de valor que consideraba injustos respondió a un entrevistador: “escribir sobre música es como bailar de arquitectura”.
Música y actualidad
Las creadores, a través de sus propuestas, pretenden mezclar la música y la actualidad. En el caso de Luis San Sebastián, utiliza la historia del rock y la historia del arte conceptual como caja de herramientas para elaborar una lectura crítica del presente. Su trabajo toma como referencia imágenes poderosamente icónicas en las que se mezclan estereotipos del rock con fotografías de claro contenido político a lo que se suman títulos y estrofas de canciones que se presentan como si fueran enunciados del arte conceptual.
Las obras de Félix Curto, realizadas en todo tipo de soportes, parecen sacadas de la estrofa de alguna canción de Neil Young, los Byrds o los Flying Burrito Brothers. Además se incluyen otras creaciones, como la de Largen & Bread, This is not a love song, una serie de vídeos y piezas sonoras extraídas de la canción de John Lydon, vocalista de los Sex Pistols, y que es una reflexión sobre los paralelismos entre los impulsos autodestructivos de algunas estrellas del rock y la tendencia a la agresión y la destrucción de instrumentos de muchos músicos de vanguardia.
Cuchillos de Albacete
Por su parte, Irma Marco utiliza, crea e interpreta utilizando como soportes cintas de cassette, disquetes…con los que, además, realiza instalaciones. La música es uno de los componentes más significativos en la parte conceptual de su obra. Un último ejemplo de la unión entre la música, las artes escénicas o las artes plásticas es la obra de Carlos Aires. Su obra How Deep is your love es un monumental corazón hecho a base de cuchillos de Albacete, en cuyas hojas están grabados los títulos de diferentes canciones de amor y desamor. El título en español de esta instalación se convierte en una inquietante alegoría del amor visceral, cargando de violencia el acto de amar y donde la muerte asoma su cabeza con todas las connotaciones hacia la violencia de género que ello implica.
Los artistas que forman parte de este proyecto se mueven en territorios próximos al arte conceptual, la performance y la manipulación poética de los objetos. Sus obras están llenas de enunciados textuales e imágenes que nos interpelan, pero la música no siempre se materializa en términos acústicos, aunque en todos los casos es un ingrediente inseparable del proceso creativo. De hecho, algunos de los creadores componen música y son capaces de interpretar instrumentos; otros diseñan coreografías concebidas para entornos arquitectónicos insólitos; y para muchos los sonidos, los títulos de las canciones, los imaginarios de la música popular o el simple ruido de fondo que se escucha mientras trabajan, son herramientas que les invitan a preguntarse: “¿Soy un músico en el cuerpo de un artista o un artista en el cuerpo de un músico?”.
Artistas participantes
Carlos Aires, Felix Curto, Ana Cembrero, Dionisio González; Luis San Sebastián, Irma Marco, Largen & Bread, La Bien querida / Juanma Carrillo, Carlos Aires, Laura Llaneli, Hugo Alonso, Alfonso Sicilia Sobrino y Luis Pérez Calvo.