El orgullo de Sheffield –con permiso de los Arctic Monkeys, que por cierto le adoran– ha querido esta vez acortar la duración de las canciones, con algunas por debajo de los tres minutos, y mostrarse algo más acelerado y enérgico de lo habitual. Bueno, él es libre de salir, a su manera, de su área de confort, y nosotros de criticarle el esfuerzo y recordarle que lo suyo son los temas largos y melancólicos, con arreglos preciosistas y emotivos crescendos, y con su voz, esa voz, en primerísimo plano.
“El truco de quienes escribimos canciones es que no mostremos el cuadro completo: hay que dejar huecos para que la gente pueda rellenar esos espacios con su propia parte de la historia”. La confesión se la hizo Hawley al periodista musical Carlos Pérez de Ziriza y éste la reprodujo en un capítulo impagable de su libro No olvides las canciones que te salvaron la vida (editorial Efe Eme, 2019). La de Ziriza fue, es, el tema más célebre del británico, de The ocean, punta de lanza de su trabajo de 2005 Coles Corner.T
En el nuevo disco hay varios momentos con espacios para rellenar con la biografía propia y disfrutar de esa capacidad de evocación sentimental que es marca de la casa. Podrían ser Alone, My Little treasures, Midnight train o esa sencilla belleza que cierra el álbum titulada Doors. Déjate mecer por la voz de Richard Hawley. De nada.D