5 de enero de 1895. El capitán Alfred Dreyfus (Louis Garrel), un joven oficial de origen judío del Ejército francés, es acusado de espiar para Alemania. Rápidamente tildado por las autoridades y por la “justicia” como un vil traidor es degradado y condenado a cadena perpetua en la isla del Diablo. Entre los testigos que hacen posible esta humillación se encuentra el coronel Georges Picquart (Jean Dujardin), encargado de liderar la unidad de contrainteligencia que supuestamente descubrió al espía.

Pero una vez arrestado Dreyfus, cuando Picquart comprueba que se siguen pasando secretos a los alemanes, decide entrar a fondo en la investigación para conocer la verdad de los hechos. Su integridad ética le obligará a adentrarse en un peligroso laberinto de falsedades  y corrupción. Al hacerlo y no cejar en su empeño pondrá en grave riesgo su honor, su carrera militar e incluso su vida.

A sus 86 años y tras haber filmado largometrajes como Chinatown, Tess, La semilla del diablo o El pianista, Polanski, -puro cine en las venas-, reconoce haber leído cientos de libros sobre el Affaire Dreyfus y a la hora de redactar el guion tener muy presente la obra An officer and a spy de Robert Harris. El resultado es una película redonda sobre el escándalo que conmocionó y dividió profundamente a la opinión pública francesa. Escándalo por cuanto tras años de reclusión, el acusado fue liberado al demostrarse que era absolutamente inocente.

Yo acuso

En aquel momento y en el esclarecimiento de la verdad jugó un papel decisivo el escritor Émile Zola al publicar en la prensa Yo acuso, un largo y contundente artículo en el que cuestionaba el veredicto y ponía en duda la dignidad de las autoridades y la de los jueces. J´acusse es precisamente el título de la película en su versión original.

En España, El oficial y el espía se estrena este miércoles, 1 de enero. En Francia, en donde lleva varias semanas de proyección, se ha convertido en un boom, lo que lleva a pensar que esa histórica herida no ha acabado de cerrarse.  

Al comentar la película, ganadora del Premio del Jurado en Venecia,  Polanski sostiene que la esencia de lo que se cuenta sigue teniendo vigencia en el momento presente: “Es actual porque se habla de la verdad y la forma de establecerla y defenderla. Es un tema vigente en tiempos en los la verdad está en peligro”.