Contra la pena de muerte

Merecedora también de la mención especial del jurado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid 2020 -certamen en el que en 2018 el realizador recibió la Espiga de Honor-, La vida de los demás fluye con determinación, pero sin estridencias panfletarias, a través de cuatro historias independientes de la vida cotidiana en Irán marcadas por la pena de muerte y su repercusión sobre quienes la sufren, quienes la ejecutan y quienes forman parte del entorno de unos y otros: los demás.

Cuatro realidades

Toda sociedad que aplica la pena de muerte necesita personas para eliminar a otras personas. Cuatro hombres se enfrentan a una elección impensable pero sencilla. Decidan lo que decidan, directa o indirectamente se corromperán a sí mismos y el hecho incidirá sobre sus relaciones. A través de cuatro episodios, Mohammad Rasoulof cuenta sus historias, que inevitablemente son también las de las personas que les rodean.

En el primero de ellos, El mal no existe, Heshmat, de 40 años, es un padre de familia sencillo y agradable. A sus 40 años disfruta de una vida pacífica con su esposa y su pequeña. Pero se siente atrapado en la rutina. Gana suficiente dinero para mantener a su familia, pero en sus ojos se nota que convive con un inconfesable secreto.

Ella dijo: “Puedes hacerlo«, el segundo de los episodios, presenta a Pouya, un joven que acaba de iniciar su servicio militar obligatorio de dos años. Su sueño es irse de Irán para vivir en el extranjero con su novia. Tras sólo una semana de ejercicio militar se enfrenta a una larga noche en la que debe decidir entre sus sueños y sus “obligaciones”.

En Cumpleaños, el tercer relato, Javad es un joven soldado al que han concedido un permiso de tres días que aprovecha para viajar a un pequeño pueblo a orillas del Mar Caspio para pasar con su prometida, Nana, el día de su cumpleaños. Ha traído un anillo y planea proponerle matrimonio durante la fiesta. Pero cuando llega a casa de Nana, se entera de que la muerte de un amigo cercano a la familia ha hecho que cancelen la celebración. El secreto de la muerte de este extraño lo trastornará todo.

En Bésame, el episodio que cierra el filme, Bahram y Zaman son una agradable pareja de mediana edad que vive en el campo criando abejas. Muy apreciados por sus vecinos recibirán una visita que también cambiará de un modo definitivo sus vidas.

En el origen

El director, pese al estrecho cerco que sufre, pendiente de dos sentencias que con toda probabilidad le llevarán a prisión, no se retrae a la hora de denunciar que el Gobierno de Irán bascula una y otra vez hacia el fascismo: “No habrá un cambio desde el poder. Lo tienen bien afianzado. Si hay una pequeña esperanza viene de los jóvenes que tienen otro tipo de cultura muy distinta y disponen del eco que proporcionan las nuevas tecnologías. Y las mujeres que están provocando cambios sociales absolutamente necesarios”.

Al explicar el origen de la película que ahora presenta, Rasoulof menciona el encuentro casual en la calle con una de las personas que le habían interrogado diez años atrás: “Después de diez años había envejecido un poco. Quería hacerle una foto con mi móvil, quería correr hacia él, plantarme ante él y, enfadado, gritarle todas mis preguntas. Pero cuando lo miré de cerca y observé sus gestos con mis propios ojos, no pude ver un monstruo malvado. Me pregunté, ¿cómo transforman los gobernantes autocráticos a las personas para convertirlas en meros componentes de su maquinaria autocrática? En los estados autoritarios, el único propósito de la ley es la preservación del estado y no facilitar ni regular las relaciones entre las personas que en él viven”.

En esa tesitura e impulsado por experiencias tan personales, “quise contar historias que nos cuestionaran como ciudadanos responsables si tenemos alternativa cuando los déspotas nos hacen cumplir órdenes inhumanas. Si, como seres humanos, debemos ser considerados responsables de nuestro cumplimiento de esas órdenes. Y, enfrentados a esta maquinaria autocrática, cuando se trata de emociones humanas ¿dónde nos deja la dualidad del amor y la responsabilidad moral?”.