Se trata de una obra realizada en temple sobre tabla traspasado a tela de 49 x 36 cm. Representa el busto en tres cuartos de Michele Marullo Tarcaniota (1453 – 1500), gran poeta, aventurero y humanista de origen griego que acabó viviendo en Florencia protegido por los Medici y rodeado de artistas y escritores. El retrato muestra a Marullo vestido de negro sobre un fondo de cielo azul ceniza. Lleva los cabellos largos y el rostro es sombrío, con una mirada severa desviada hacia la izquierda. Los ojos oscuros tienen unos reflejos dorados que los iluminan y los labios están dibujados con trazos incisivos y nítidos.
Para Francesc Guardans, representante de la familia propietaria, traer el cuadro al Museo de Bellas Artes «ha sido una decisión muy fácil de tomar gracias a la espléndida acogida de la Conselleria. Estamos encantados de que el retrato esté aquí porque todo museo, toda cultura, necesita puntos de anclaje, puntos de atracción y en este sentido ayudar al hecho de que la gente venga a este magnífico museo que tenéis y que estáis fortaleciendo nos encanta».
Mirada mediterránea
Hay que recordar que en 1929, el político y empresario Francesc Cambó (Verges, 1876 – Buenos Aires, 1947) compró el cuadro y desde entonces forma parte de la colección Cambó de Barcelona. Helena Cambó, su hija, lo mantuvo siempre en el patrimonio personal de la familia y actualmente los nietos son sus propietarios.
Sobre la integración de la obra de Botticelli en el discurso museográfico del Bellas Artes, su director, Pablo González Tornel, destaca que con la obra de Botticelli «el discurso del Museo gana en profundidad y alcance, ofreciendo al visitante nuevas perspectivas sobre la historia del arte. Se ha rediseñado parte de la sala dedicada a la pintura del siglo XV y principios del XVI para incluir una mirada italiana que ayude a comprender mejor la evolución de la pintura europea mediterránea».
El retrato de Marullo está acompañado de una tabla con la Virgen María y el Niño con santa Isabel y san Juan Bautista, obra atribuida a Tomás Peliguet, artista italiano documentado en Aragón entre 1537 y 1579, y de otra de la Virgen María con el Niño, obra anónima de la primera mitad del siglo XVI. Dos piezas que, como la obra de Botticelli, subrayan la importancia de Florencia y la Toscana en la configuración del Renacimiento.
El Retrato de Michele Marullo Tarcaniota está declarado bien de interés cultural por el real decreto 1572/1988, de 23 de diciembre. El cuadro se prestó en 2004 al Museo del Prado, donde permaneció hasta 2017.