Las obras expuestas, como las del proyecto en su conjunto, destacan por su gran gestualidad, conferida por el proceso creador del artista. Nadal trabaja con sus manos, arando el lienzo, produciendo surcos, texturas; introduciéndose literalmente en la obra. El resultado es un juego de luces y sombras que invita no sólo a ver los cuadros desde distintos puntos de vista, sino que genera en el espectador una inevitable atracción por tocarlos.
Su monocromatismo, limitado a una paleta de blancos, negros y grises, se ve alterado en esta ocasión por la introducción de tonalidades moradas, que para el artista no son más que parte del “proceso de sedimentación”, la acción del azar dentro del proceso de creación de la obra.
La producción de Guillem Nadal engloba diferentes series donde proyecta fragmentos de sí mismo, distintas actitudes o sentimientos; es el caso de Miralls o Paisatge de la memòria, constituyendo así su Projecte per a una illa una pequeña parte de esta extensa producción.
– El sábado 19 de febrero, de 11.00 -14.00 h, Guillem Nadal estará en la Galería para comentar su obra reciente.
Paisajes de la mente
Las obras de esta muestra evidencian la madurez artística de Nadal. Desde un punto de vista formal se mueve en el lenguaje de la abstracción, creando formas curvas bajo las que subyace la idea de isla. Isla como recorrido sentimental, como metáfora de la vida, como un camino que lleva nuevamente al punto de partida y, finalmente, a la posibilidad de construir tu propia ínsula. Paradójicamente, una isla que no hace referencia al lugar donde el pintor nació y reside, sino que entraña significados mucho más profundos. Es esta su particular forma de sumarse y reinventar la larga tradición de la pintura paisajista mallorquina.