El secreto del caftán azul

Halim (Saleh Bakri, magnífico, aporta una emocionante contención a su personaje) es un hombre discreto y amable. Lleva mucho tiempo casado con Mina, con quien regenta una tienda tradicional de caftanes en la medina de Salé, una de las más antiguas de Marruecos. Él es un profesional minucioso que, tradicionalmente, sigue elaborando las prendas a mano con un cuidado muy apreciado por los clientes. Ella es una mujer decidida que admira a su marido y le apoya en todo. Incluso llega a decirle: «Halim, no tengas miedo a amar», porque la pareja vive desde siempre con un secreto que Halim ha aprendido a ocultar. Pero la enfermedad de Mina y la llegada a la tienda de Youssef, un joven aprendiz que despierta en Halim sentimientos largamente reprimidos, amenazan con perturbar el equilibrio en el que el matrimonio ha vivido desde siempre.

El caftán azul aborda con valentía y exquisito tacto la espinosa cuestión de la homosexualidad en sociedades en las que no está socialmente aceptada. Touzani, que en 2019 había centrado su mirada en Adam en las madres solteras, no rehúye los temas difíciles de tratar en su entorno social. Y, a través de inteligente cine de altura, logra su objetivo. En este caso hablar de la libertad de que cada cual sea quien realmente es y pueda amar a quien quiera. “No se trata de cuestionar la tradición, porque en la tradición también hay algo atractivo, pero en el mundo actual hay asuntos que tienen que ser puestos en cuestión y, por supuesto, agitados”, afirma la directora.

El caftán azul ganó el premio Fipresci “Un certain regard” en Cannes 2022 y ha sido seleccionada por Marruecos para competir en los Óscar como mejor película internacional, con lo que Maryam Touzani se ha convertido en la primera realizadora de su país en conseguirlo.

Por otra parte, el largometraje participó en la Sección Oficial de la Seminci de Valladolid en donde Lubna Azabal logró el galardón a la mejor actriz por su interpretación de Mina.