Alumna del maestro del videoarte Nam June Paik en la Academia de Arte de Düsseldorf, la formación de Melitopoulos parte de una aproximación autorreflexiva al medio audiovisual. Su práctica artística no puede separarse de la curiosidad con la que investiga tanto los temas que aborda en sus videoensayos como los medios materiales técnicos y expresivos que emplea en su realización y en sus instalaciones.
Para Melitopoulos, el vídeo imita el funcionamiento de la percepción y la memoria, lo que permite estudiar los procesos de formación de la subjetividad, intentando abrirla con sus trabajos a nuevas formas alejadas de identificaciones capitalistas, coloniales y patriarcales. A esta peculiar manera de trabajar con el espacio, el sonido y la imagen en movimiento la denomina Cine(so)matrix, una forma de cine experimental que da título a esta exposición.
Durante el proceso de creación de sus obras aparecen diferentes colaboraciones con intelectuales, artistas o activistas, como el filósofo Maurizio Lazzarato, la antropóloga Barbara Glowzewski, el psiquiatra y psiconalista Jean Claude Pollak, la filósofa y artista Elisabeth von Samsonow o las artistas Kerstin Schroedinger y Angela Anderson.
Memoria visual
Melitopoulos usa la tecnología del vídeo de forma experimental, con un montaje o proceso no lineal, fraccionado, en algunos casos multicanal, y como una herramienta de intervención sensorial: “La imagen de vídeo no documenta lo real, sino que actúa como una memoria visual”.
Sus vídeos e instalaciones indagan acerca de la memoria, la percepción y la formación de la conciencia histórica colectiva, así como sobre el mapeado y uso de los lugares en el tiempo. De los intereses y enfoques que su trabajo utiliza nacen conceptos como el de cronopaisajes, una propuesta conceptual y estética que, a su vez, articuló gran parte de las investigaciones y hallazgos de Melitopoulos en la década de 2000.