Burgos fue una pionera tanto en el mundo del periodismo como en el ámbito de los derechos de la mujer. Tras trasladarse de su Almería natal a Madrid en 1901, comenzó a trabajar en el Diario Universal, donde en 1903 se convirtió en la primera mujer redactora de un periódico en España. Su columna diaria, titulada Lecturas para la mujer, la situó en el epicentro de la prensa madrileña y marcó el inicio de una brillante trayectoria literaria que incluyó la publicación de más de trescientas obras, entre novelas, ensayos, biografías y artículos en medios nacionales e internacionales.

Precisamente esta exposición busca resaltar la diversidad de tan vasta obra, destacando tanto su producción literaria como su incansable labor en defensa de los derechos de la mujer. De hecho, fue una de las primeras voces en reclamar el voto femenino en España, así como una de las principales defensoras del divorcio y de la igualdad educativa. El visitante puede acercarse a su pensamiento y a su activismo a través de documentos originales, como artículos de prensa, correspondencia, manuscritos y ejemplares de algunas de sus obras más relevantes, como La mujer moderna y sus derechos, un texto clave en la historia del feminismo español.

Más allá de España

La muestra también arroja luz sobre su importante labor en el ámbito internacional, con su participación en congresos y conferencias feministas en Europa y América Latina, porque Burgos fue una figura clave en la creación y presidencia de varias organizaciones feministas, como la Cruzada de Mujeres Españolas y la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas, a través de las cuales extendió su lucha por la igualdad y los derechos civiles más allá de nuestras fronteras.

El recorrido por la exposición está estructurado de manera cronológica y temática, permitiendo al visitante adentrarse en las diferentes etapas de la vida de Colombine. Desde sus inicios como redactora en el Diario Universal hasta su colaboración con Heraldo de Madrid, donde escribió la columna Femeninas, el espacio muestra los momentos clave de su carrera periodística y literaria. También se documentan sus relaciones con otros intelectuales de la época y su implicación en las corrientes estéticas y literarias del momento.

Incluye, además, una amplia selección de fotografías, retratos y objetos personales que ayudan a contextualizar su figura en su tiempo, así como materiales inéditos que arrojan nueva luz sobre su pensamiento y su influencia en el desarrollo de las ideas regeneracionistas y feministas en España. Su compromiso con la modernización del país y la europeización del pensamiento quedó reflejado no solo en su obra escrita, sino también en su intensa actividad como conferenciante, viajera y defensora de la educación racionalista.

Libre, modernizadora y europeísta

Carmen de Burgos es la figura femenina más destacada de la vida literaria española del primer tercio del siglo XX. En paralelo hay que destacar su papel esencial en la historia del primer feminismo español, con sus pioneras campañas por el divorcio, el voto femenino, la educación y la plena igualdad de la mujer. En su tiempo representó el pensamiento libre, modernizador y europeísta desde la perspectiva de una mujer, y formó parte de la ancha corriente del Regeneracionismo, que se propuso sacar a España de su atraso secular.

Su vida y su obra alcanzaron una proporción descomunal, lo que reviste de mayor gravedad y dramatismo el denso silencio con que se cubrió su nombre y la prohibición de todos sus libros tras la Guerra Civil. No se trataba de una obra menor, porque creó cerca de tres centenares de títulos: novelas cortas y largas, cuentos, ensayos, libros de viaje, biografías, estudios literarios, decenas de traducciones, manuales prácticos, etc.

Como escritora, nació con un impulso noventayochista y evolucionó en contacto con todas las corrientes que se sucedieron a lo largo del primer tercio del siglo XX, desde sus vínculos con los narradores realistas, o con los escritores modernistas, hasta su participación en la corriente vanguardista encabezada por Ramón Gómez de la Serna, con quien compartió una relación personal y profesional durante más de dos décadas.

A partir de 1910, su defensa del racionalismo, su creciente preocupación estética y su labor erudita la acercan a la corriente novecentista y al grupo de intelectuales que protagonizaron la llegada de la República. El tiempo en que Carmen de Burgos desplegó toda su labor de escritora coincide con el brillante periodo de la historia literaria que se ha convenido llamar Edad de Plata.