Además, Vampire de Edvard Munch alcanzó los 38.162.500 de dólares (30,9 millones de euros) y Danseuse au repos de Edgar Degas se adjudicó por 37.042.500 de dólares (30 millones de euros), por lo que se convierte en la obra en papel más cara vendida en una subasta. También se estableció un récord para el artista ruso Boris Grigoriev, cuya obra Shepherd of the Hills se vendió por 3.722.500 de dólares (3 millones de euros).
A pesar de los precios obtenidos por algunos lotes, otros se remataron por debajo del valor de salida, lo que se interpreta como una señal de que los precios se deben ir ajustando al nuevo contexto económico.