Faruk Hosni, ministro de Cultura egipcio, anunció ayer que estos templos fueron hallados en las zonas de Qantara Sharq, a 4 kilómetros al este del canal de Suez, y Zaro, que fue en la antigüedad un punto de partida del ejército para proteger la frontera este del país.
Grandes descubrimientos
La importancia de estos templos va en aumento con los nuevos estudios que se van realizando. Uno de ellos, construido con piedra caliza y de 80 metros por 70, es ya el templo más grande hallado en el Sinaí hasta el momento. Consta de cuatro salas con 34 basas de columnas y cuenta con inscripciones de distintos faraones como Tutmosis II y Ramsés II, lo que demuestra su importancia durante las dinastías XVIII y XIV del Imperio Nuevo.
Además, el templo está rodeado de 26 almacenes, fechados en la época de los reyes Seti I, Ramsés II y Seti II y que están localizados en una antigua carretera militar, entonces conocida como Horus, que unía Egipto con Palestina. El templo cuenta con dibujos que todavía mantienen sus vivos colores.
Mohamed Abdel Maqsud, jefe de la misión arqueológica que halló los templos, ha asegurado que estos descubrimientos abren la puerta para revelar nuevos secretos de la historia del Sinaí, ya que contienen decenas de inscripciones y sellos reales que muestran la riqueza de la construcción egipcia en la antigüedad. Por su importancia, los muros que llevan estas inscripciones serán trasladados a los museos egipcios, añadió Maqsud. Alrededor del templo aparecieron, además, quince torres de vigilancia, de veinte metros de altura.