La obra, de unos 1.700 años de antiguedad, es uno de los mejores y mayores mosaicos que se han descubierto en Israel, además de permanecer muy bien conservado. Abarca una superficie de aproximadamente 180 metros cuadrados y está compuesto por el diseño de unas alfombras de color que muestran en detalle mamíferos, aves, peces, una gran variedad de flora y buques mercantes y detalles de los medios de navegación que se utilizaban en aquella época.

Motivo desconocido

Descubierto en 1996 en una excavación dirigida por la arqueóloga Miriam Avissar, el mosaico despertó una ola de entusiasmo en Israel y fue ampliamente destacado en los medios de comunicación. Pero justamente al finalizar los trabajos de excavación, la singular pieza fue nuevamente cubierta con el fin de protegerla de los posibles daños causados por el hombre y el tiempo, hasta que se dispusiera de la financiación necesaria para decidir la mejor manera de presentarla públicamente de una manera definitiva y segura.

Una reciente donación de la Fundación Leon Levy y de Shelby White, presidente de la Asociación de Amigos de la Israel Antiquities Authority, permitirá a este organismo excavar, conservar y construir el Centro Arqueológico del Mosaico de Lod.

Los trabajos de conservación está previsto que duren aproximadamente dos años. Durante ese período, y debido a la extraordinaria rareza y excepcional calidad del descubrimiento, una sección del mosaico será trasladada temporalmente al prestigioso Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, para dejar que se lleven a cabo los trabajos necesarios en el sitio donde se halló, de modo que a su finalización el mosaico sea definitivamente devuelto a su origen y expuesto nuevamente al público.