Según este proyecto inicial, encargado a Genís Matabosch -miembro del Consejo del Circo del INAEM y director del Festival Internacional del Circo de Albacete- , el edificio se distribuirá en tres áreas: un área científico-técnica que servirá de almacén, zona de restauración y catalogación de colecciones y publicaciones científicas; otra área dedicada a la difusión, en la que se organizarán y gestionarán archivos y colecciones, y que también incluirá una pequeña sala de cine además de otras salas destinadas a exposiciones permanentes y temporales; por último, el área reservada a la dirección y administración del museo. Además, el proyecto también destina un espacio para llevar a cabo actuaciones en vivo.

Albacete y la tradición circense

La elección de esta ciudad manchega para albergar la sede del Museo del Circo reconoce su vinculación histórica con la actividad circense. Así, su Teatro-Circo, creado en 1887, mantiene la tradición de este tipo de infraestructuras escénicas que florecieron en el siglo XIX y, de los 60 teatro-circos que llegaron a existir a lo largo de la geografía española, hoy es el único espacio que ha llegado a nuestros días en su doble uso.

La apertura de este centro (estimada para 2012), que será la primera institución pública europea dedicada en exclusiva a la historia de la actividad circense, unida a la celebración del Festival Internacional del Circo (febrero de 2010) convierte a Albacete en la capital española de las artes circenses. Además, el INAEM está organizando un congreso en torno al sector coincidiendo con el citado festival.