La instalación, que se realizará a base de pantallas de plasma configuradas de una manera similar a los retablos históricos, irán, además, montadas sobre paneles con bisagras que permitirán su cierre durante la celebración de los oficios religiosos y tendrá como protagonistas a imágenes referentes a la Virgen María y diferentes mártires.
Martin Warner, tesorero de San Pablo, ha comentado: "Esperamos que estos trabajos añadan algo diferente a la experiencia piadosa y reflexiva de los visitantes de San Pablo, atrayendo la atención de la gente e invitándolos a hacer una pausa y reflexionar acerca de su visita. Serán un objeto de devoción a la vez que una obra de arte contemporáneo".
Objeto de devoción
Además, aunque Warner niega motivos económicos en su decisión, reconoce que “esperan atraer con el nuevo retablo electrónico algunos de los cinco millones de turistas que visitan cada año la Tate Modern Gallery”, templo del Arte contemporáneo situado en las inmediaciones.
Bill Viola, formado en la Universidad de Siracusa, centro pionero en la utilización de nuevos medios de expresión y precursor el mismo del videoarte en los años 70, ha declarado: "Los dos temas de María y los mártires simbolizan algunos misterios profundos de la existencia humana. Uno se relaciona con el nacimiento y el otro con la muerte; uno con la comodidad y la creación, el otro con el sufrimiento y el sacrificio. Si acierto, los pedazos finales funcionarán tanto como objetos estéticos de arte contemporáneo así como objetos prácticos de contemplación tradicional y devoción".
Lista para 2011
La instalación, que se ubicará muy cerca del Altar Mayor de la catedral y de la Capilla Americana, donde se recuerda a los estadounidenses que dieron sus vidas en la Segunda Guerra Mundial, comenzará en unas semanas, teniendo su finalización prevista a principios de 2011.
La catedral de San Pablo (Saint Paul’s Cathedral) fue construida entre 1676 y 1710, bajo la dirección del arquitecto Christopher Wren, sobre las ruinas de la antigua catedral medieval de menor envergadura quemada por el gran incendio de 1666. Destaca por su cúpula, la mayor del mundo después de la de la San Pedro en Roma. En ella tienen lugar importantes actos solemnes, como los matrimonios reales (como la del príncipe Carlos con la princesa Diana) o los funerales de héroes nacionales como Winston Churchill o Lord Nelson, enterrado en la cripta.