El lienzo, identificado con el nombre genérico de "retrato masculino", muestra a un hombre de entre 30 y 40 años, vestido de negro y con gola.

"Esta adjudicación de la obra a Velázquez subraya la profundidad de la colección del museo así como la perspicacia de sus comisarios y de los encargados de conservación", explicó el director del Met, Thomas Campbell, en un comunicado en el que se anunciaron los planes del museo por exponer esta "nueva" obra.

Un estudio, más que una obra

"Parece un estudio más que una obra acabada. Muchas de las áreas del cuadro se encuentran en un estado simple, de esbozo", explicaron los responsables del Met, quienes añadieron que, "pese a que la obra ha sufrido abrasión, su calidad no se ha visto afectada".

Según los responsables del museo, algunos entendidos en arte han destacado durante años el parecido entre el personaje que aparece en este lienzo y una figura que Velázquez incluyó en el extremo derecho de La rendición de Breda y que se había pensado que se trataba de un autorretrato del artista.

Esa coincidencia alimentó la idea de que la obra ahora "redescubierta" fuera también un autorretrato y, de hecho, cuando el cuadro llegó hace sesenta años al museo neoyorquino fue catalogado como tal. Más adelante, sin embargo, varios estudiosos se mostraron contrarios a esa hipótesis y recomendaron que la obra fuera catalogada como un lienzo del taller del artista sevillano, más que como una obra propia.

Opinión errónea

El Met asumió esta opinión en 1979, una catalogación que ha permanecido inalterada hasta ahora, debido, según los responsables de la entidad museística, "a una capa espesa de barniz que oscurecía las cualidades de la pintura y que hacía imposible una apropiada evaluación".

El museo adquirió el cuadro como parte del legado de Jules Bache, un coleccionista de arte estadounidense que lo compró en 1926 al conocido marchante de arte británico lord Duveen, después de que el lienzo perteneciera a un hijo ilegítimo del rey británico Jorge II y, más tarde, a Jorge V, rey del territorio alemán de Hannover.

El director del Metropolitan destacó que el "descubrimiento" de la pintura se debió a la colaboración entre el responsable de Pintura Europea, Keith Christiansen, y el conservador de la colección de la institución neoyorquina, Michael Gallagher.