El Museo de Bellas Artes, instalado desde 1840 en el Convento de la Merced Calzada, se verá ampliado con el vecino Palacio de Monsalves, cuya construcción data de principios del siglo XX. El Ministerio de Cultura prevé inaugurar el museo ampliado en 2014.
Proyección internacional
Además de las ya conocidas colecciones de grandes maestros de la pintura y la escultura sevillanas del Siglo de Oro (Herrera el Viejo, Zurbarán, Murillo y Valdés Leal, ente otros), la ampliación permitirá exponer numerosas obras de los siglos XIX y XX actualmente almacenadas por falta de espacio, lo que consolidará la proyección del Museo de Bellas Artes en el circuito internacional de las grandes pinacotecas.
La ampliación -6.690 metros cuadrados añadidos a los 7.775 actuales- dotará al museo, además, de un salón de actos, cafetería y espacios didácticos. También renovará la exposición permanente actual, demasiado densa y con una limitada presencia de aparato didáctico, de modo que en el Convento de la Merced Calzada seguirán las obras de los grandes maestros hasta llegar al siglo XVIII y en el Palacio de Monsalves se mostrará el arte de los siglos XIX y XX.
El Museo de Bellas Artes de Sevilla fue fundado como "Museo de pinturas", por Real Decreto de 16 de septiembre de 1835, con las obras procedentes de conventos y monasterios desamortizados por el gobierno liberal de Mendizábal. Se sitúa en la plaza del mismo nombre, ocupando el antiguo Convento de la Merced Calzada fundado por San Pedro Nolasco en unos terrenos cedidos por Fernando III tras conquistar Sevilla.
Un poco de historia
El edificio que hoy contemplamos debe su organización general a las transformaciones realizadas en las primeras décadas del siglo XVII gracias al impulso de Fray Alonso de Monroy, general de la Orden desde 1602. El arquitecto y escultor Juan de Oviedo y de la Bandera presentó en 1603 las trazas e instrucciones para la construcción, que se inició con el derribo del antiguo edificio mudéjar. En 1612 se concluyó el templo y casi medio siglo después el resto de la fábrica, configurándose así una de las más bellas muestras del manierismo andaluz.
Desde su fundación como museo, el edificio ha experimentado tres grandes intervenciones. La primera, entre 1868 y 1898, con la restauración de las arquerías y muros del primer piso, solado de los claustros y su alicatado con azulejos procedentes de conventos desamortizados. La segunda, entre 1942 y 1945, con la apertura del patio de las Conchas en el espacio de la antigua sacristía y el traslado de la fachada principal de la antigua portada barroca a la calle Bailén. La tercera, iniciada en 1985 y culminada en 1993, se desarrolló en varias fases con el objetivo de lograr una rehabilitación total del edificio y su adecuación a las múltiples exigencias de la moderna museografía.
Más información: Museo de Bellas Artes de Sevilla.