Terry Herbert, autor del sorprendente descubrimiento, lo calificó como "el sueño de todo aficionado a la detección de metales". El británico, que lleva practicando esta actividad desde hace 18 años, encontró el fabuloso tesoro cuando estaba peinando el terreno de un amigo. El descubrimiento podría alterar radicalmente la percepción actual del mundo anglosajón.

La colección, que se mostrará hasta el 13 de octubre en el Museo de Birmingham, contiene unos cinco kilos de oro y 2,5 kilos de plata, lo que la convierte en la más importante del período anglosajón desde el hallazgo en 1939 de 1,5 kilos de oro en Sutton Hoo, en el condado oriental de Norfolk.