Según Yuan, en los tiempos de Qin Shi Huang (259 a.C-210 a.C), primer emperador de la dinastía que unificó China, la barba era señal de estatus, y los adultos que no la tenían eran considerados unos marginados sociales. Wang Zijin, historiador de la Universidad Renmin de China, asegura que en aquella época no se reclutaban soldados menores de 17 años. "Bajo las leyes de Qin, los hombres con edades comprendidas entre 17 y 60 años debían servir en el Ejército, por lo que el descubrimiento de estos jóvenes soldados avala los archivos históricos", afirma Wang.

Lo que queda por hallar

Los Guerreros de Terracota forman parte del Mausoleo que hizo construirse el emperador Qin Shi Huang, compuesto por otras 400 tumbas y por un ejército de 8.000 soldados, músicos, concubinas, oficiales y escribas para que le acompañaran a la otra vida. Descubiertas por casualidad en 1974, los arqueólogos estiman que todavía quedan otros 6.000 guerreros que no han visto aún la luz en las tres fosas que están examinándose en la actualidad.

El emperador Qin dedicó cerca de 38 años a construir el mausoleo, que tiene 2,13 kilómetros cuadrados de superficie y, junto a otras 181 tumbas extendidas por la zona, cubre una superficie total de 60 kilómetros cuadrados. En su construcción debió contar con la participación de al menos 700.000 obreros. La cámara funeraria y la tumba del emperador aún no han sido abiertas y se encuentran en el centro del palacio subterráneo del mausoleo