Difícil pero no imposible

El diputado del PA, José Hurtado, que defendió la moción, ha reconocido que "va a ser muy difícil" recuperar las numerosas obras de arte de gran valor que fueron "literalmente robadas" por las tropas francesas, que además "sabían perfectamente cuáles eran y dónde estaban". Ha subrayado, no obstante, que en casos similares hay ejemplos de resultados satisfactorios en otros países y ha recordado que todo este patrimonio pertenece a la ciudad.

Hurtado ha indicado que, según el libro Inventario de cuadros sustraídos por el Gobierno intruso de Sevilla en 1810, de Manuel Gómez Ímaz y editado por Renacimiento en colaboración con el Centro de Estudios Andaluces, "las tropas francesas fueron robando de iglesias, capillas, hermandades y conventos obras de arte, sobre todo pinturas del maestro del Barroco sevillano, Bartolomé Esteban Murillo".

Predilección por los "murillos"

"Llegaron a reunir en el Alcázar 999 piezas de las que finalmente se llevaron 400", ha precisado Hurtado, entre ellas "una serie de murillos pertenecientes al Hospital de la Santa Caridad que aparecen hoy día colgados en museos de Ottawa, Londres o Washington".

En 1665, Murillo ingresó en la Hermandad de la Santa Caridad, de Sevilla y al poco tiempo inició para su iglesia el ciclo de ocho grandes lienzos en los que se describen las obras de misericordia a través de episodios de los Evangelios y de la vida de los santos: Milagro de los panes y los peces, Moisés en la peña de Horeb, Santa Isabel de Hungría y San Juan de Dios, únicas que se conservan todavía en la iglesia, junto con Curación de un paralítico (Londres, National Gallery), Regreso del Hijo Pródigo (Washington, National Gallery of Art), Abraham recibe a los tres ángeles (Ottawa, National Gallery) y Liberación de San Pedro (San Petersburgo, Ermitage), que se dispersaron fuera de España tras su robo por el mariscal Nicolas Jean de Dieu Soult, que posteriormente las exhibió orgullosamente, junto a otras obras expoliadas, en su casa de París. A su muerte, las pinturas fueron vendidas por sus herederos.