Esta parte del festival ha sido un gran éxito, y tanto el viernes como el sábado se completó el aforo de la planta baja, llegando la cola para entrar hasta la parte exterior del museo. A partir de las 22:00, en el auditorio 400 estaban previstas las actuaciones de Shit & Shine y Tender Forever.

Dentro de lo esperado

La primera entró dentro de lo esperado, según lo visto en el auditorio a lo largo de todo el festival. Shit & Shine salieron al escenario con la fuerza de la que alardean: tres baterías, más un cuarto juego de percusión a base de timbal y caja apoyaban las variaciones electrónicas de sus dos componentes principales.

Su actuación giró, la hora completa, alrededor del mismo ritmo. Un tempo pesado, impactante y profundo dejaba paso a las improvisaciones y cambios producidos por sintetizadores, grabaciones, cajas de ritmos y moduladores de voz. No dejaron a nadie indiferente. A la salida, los comentarios eran diversos y sólo la mitad del aforo terminó de ver el concierto, sin embargo dejaron claro que la posibilidad de crear a partir del ruido tiene muchas formas de lograrse.

Actuación brillante

Después de ellos le tocaba el turno a la francesa Melanie Valera, conocida por el nombre artístico de Tender Forever, que salió completamente sola al escenario, con un teclado, un portátil y dos guitarras. Intercalando sus canciones con irónicos monólogos fue poco a poco conquistando al público. Supo resolver una actuación brillante frente a un auditorio cada vez más entregado.

Su música, a medio camino entre el folk, el pop y la electrónica, cercana en algunos momentos a artistas como Cat Power, y en otros a grupos como CocoRosie o Postal Service, fue el colofón a una serie de actuaciones, las anteriormente ofrecidas en el auditorio durante los dos días del evento, que no tenían mucho que ver con su estilo. Valera cantó, bailó, entretuvo al público con sus comentarios, y finalmente se marchó emocionada, tras ser ovacionada por la audiencia puesta en pie, que había reclamado más canciones, y que presenció sus últimos temas junto al escenario, levantada ya de sus asientos, por petición de la cantante francesa.