De esta forma, ambos ministerios pretenden impulsar una estrategia coordinada que promocione la cultura española más allá de nuestras fronteras a través del trabajo conjunto, la coordinación interministerial, la transparencia y la profesionalidad.
Esta estrategia abordará, entre otros, el futuro Plan Nacional de Acción Cultural en el Exterior, cuya elaboración será responsabilidad de una Comisión de Trabajo conjunta que, de manera bianual, fijará las áreas y sectores prioritarios para la promoción de nuestra cultura en el mundo.
Trabajo conjunto
Además, se reforzará la coordinación interministerial en varios aspectos. De esta forma, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se interesará por la opinión del de Cultura en el proceso de selección de los consejeros culturales de las Embajadas de España. Por su parte, el departamento de González-Sinde creará un programa de becas de especialización en gestión y promoción de la cultura.
Por último, se reforzarán las actuaciones de ambos ministerios para promover la cultura española en Europa y para impulsar también la cultura europea en el mundo.
Fin de la polémica
El pasado mes de diciembre el por aquel entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina, reclamó públicamente la coordinación de toda la actividad cultural del Estado: "La cultura abre mercados, extiende las relaciones diplomáticas, por eso es necesario que la promoción de ésta en el exterior se realice con la coordinación debida entre todos los que intervienen en ella. Dicha coordinación debe ser única". Molina tildó de "absurdo" el hecho de que ese mando único no dependiera de su departamento. Pero el ministro de Cultura fue más allá: "Industria no tiene un ministerio para la política interior y otro para la exterior. Defensa, tampoco. Pues nuestra cultura se rige de manera diferente en el interior que en el exterior. Es el único sitio en el que ocurre eso".
Desde el punto de vista cultural, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación cuenta con el Instituto Cervantes (al que aporta el 90 por ciento de su presupuesto) y la Sociedad Estatal de Acción Cultural en el Exterior (SEACEX). Ahora, ambos departamentos consideran que la acción cultural exterior constituye una parte esencial y de creciente importancia en el marco de la proyección de las relaciones internacionales de España; y es, además, un factor esencial en la percepción de nuestro país, por lo que constituye un elemento fundamental de la diplomacia pública.