Los restos mortales del astrónomo, filósofo, matemático y físico descansaban en la Basílica de la Santa Croce, en Florencia, pero durante la exhumación del cadáver en marzo de 1737, 95 años después de su muerte en 1642, cinco fragmentos del cuerpo se separaron del resto. Además de los dos dedos y el diente reencontrados ahora, los otros restos separados fueron una vértebra y otro dedo del astrónomo que se conservan en otras instituciones italianas.
Estos restos serán expuestos a principios de 2010, cuando el Museo de la Historia de la Ciencia vuelva a abrir, completamente renovado y con su nuevo nombre: Museo Galileo.